Francisco: el más grande del mundo
Quien ha visitado Brasil sabe perfectamente que allí todo es lo más grande del mundo. El estadio, los jugadores de fútbol, las ciudades, las playas, las universidades, etc, etc. Pues un pequeño que se ha convertido en grande visita durante esta semana al Brasil, se trata del Papa Francisco. Desde el inicio de su visita aparecieron gestos nuevos, para una Iglesia que reclamaba de sus líderes más atención a los problemas de la gente, menos ostentación, más humildad, más compromiso con los más necesitados.
Y el gran Papa Francisco está dando muestras de lo anterior, primero al escoger como su primer destino en el mundo a Brasil, lo que significa un reconocimiento a la Iglesia latinoamericana, al rol que debe jugar, y a un país en donde como en el resto de la región hay un nivel alto de pobreza e inequidad. Se trata además del país con más católicos en el mundo en donde hoy aparecen expresiones populares de rechazo a la indiferencia y a la exclusión. En su primer gesto destacable, el Papa se abstuvo de alojarse en un hotel lujoso y ha preferido uno de los cuartos de la Arquidiócesis de Rio de Janeiro. De la misma manera ha querido no utilizar un papamóvil alejado de la población, para movilizarse en un carro abierto, con riesgo eso sí, pero con la garantía de estar cercano a su pueblo. Esto último, la expresión de un Papa que va a estar con su gente de principio a fin. Finalmente llega no con dinero o poder, como el mismo lo ha dicho, sino con su mensaje espiritual de amor cristiano a todos y cada uno de los asistentes a la Jornada Mundial de la Juventud.
De la misma manera la acogida a su llegada ha sido muy destacable, significando que el espíritu de la Iglesia en Brasil y América Latina sigue vivo y creciente. Ríos humanos recibieron al Pontífice en actos que bien podrían calificarse como masivos y de una evidente expresión de amor y cariño.
Y como será de esperarse, Franciso no vendrá con un mensaje más, vendrá con expresiones de amor e igual de exigencia a nuestras sociedades. Seguramente vendrá con mensajes referidos a superar el egoísmo en nuestra humanidad, a respetar la vida humana y la familia, a evitar la violencia, a combatir las secuelas y realidades del narcotráfico, a trabajar y actuar por los más pobres y desamparados en la sociedad, a acabar con la explotación inicua de los recursos naturales, a lograr verdaderamente la paz en nuestra humanidad.
¡Bienvenido el gran Papa Francisco a nuestra América Latina!
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De postre
Se complica cada vez más el escenario político, económico y social de nuestro país. La protesta social mezclada con diálogos confusos en La Habana, con narcotráfico, con marginalidad, con Farc y con política, es un pésimo indicio de lo que viene de aquí en adelante. Triste por el país mismo y sus posibilidades de desarrollo.