JAIME PINZÓN LÓPEZ | El Nuevo Siglo
Miércoles, 5 de Febrero de 2014

Por Bogotá

 

“Se necesita gobierno y no disquisiciones jurídicas”

 

Los problemas de la ciudad están unidos a la falta de sentido común, a la corrupción, a vincular demagogia con democracia, a debatir temas que no son, a pretender que las equivocaciones administrativas se sometan al voto popular.

Cada día es más difícil vivir en Bogotá y se equivocan quienes creen que somos felices. La incertidumbre priva desde el amanecer, en medio de trancones vehiculares, desempleados que cantan en los buses, -debiéndose cuidar carteras y celulares-, trámites engorrosos, impuestos crecientes, obras públicas enredadas e inconclusas, un centro deprimido, planes de ordenamiento territorial que siguen desordenando todo,  autoridad dispersa y  mal genio colectivo.

Pero Bogotá es nuestra, moramos en ella, tiene atractivos y necesita gobierno, no disquisiciones jurídicas que a nada conducen, por más tutelas que se interpongan  en juzgados y tribunales cuyas funciones son diferentes a decisiones para superar la crisis.

Berlín fue reconstruido después de la segunda guerra mundial, urbes han superado terremotos, las ciudades chinas avanzan a paso acelerado, Ottawa crece de acuerdo a un plan concebido minuciosamente, en Washington la regulación se ve, con  recuperación armónica de sectores deprimidos  y nosotros debemos superar  la postración, recurriendo a los que  devuelvan la confianza en que se puede  residir mejor, porque nos hemos equivocado al entregar nuestro presente y futuro a compatriotas que no reúnen las condiciones para administrar intereses colectivos, en el ejecutivo y en el concejo municipal.

Urge un movimiento cívico suprapartidista, con nombres y apellidos de ciudadanos comprometidos con la ciudad, que deje de lado los intereses burocráticos, en el cual cual podamos inscribirnos liberales, conservadores, comunistas, verdes, azules, amarillos, jóvenes y viejos, con criterio claro en relación al manejo del presupuesto y del gasto público, para emprender el trabajo de recomponer las cosas.

Es necesario tener una cabeza con equipo capaz, coordinado e idóneo. No podemos pensar que el movimiento de clientelas en la Plaza de Bolívar por las tardes resuelva una situación sin manejo. ¡Qué susto produce la profundización de los huecos para el estudio de los túneles del metro, el mismo que anunció de inminente construcción el alcalde de 1947, con toneladas de análisis posteriores, obra que todavía dicen es factible¡

El campo de las universidades no es el electoral pero algunas de ellas tienen programas, inclusive de maestría y doctorado, sobre desarrollo urbano y ambiental. Existe en La Tadeo el tecnológico de gestión del transporte. Tanta sabiduría debe aprovecharse y no continuar archivando papeles junto a los de planes que no fueron. La vida, ese breve paréntesis, merece transitarse bien y el lugar donde se habita, hilvanarse con un gran propósito de enmienda y cambio.