Jaime Pinzón López | El Nuevo Siglo
Miércoles, 10 de Diciembre de 2014

LA DISCUSIÓN

Narcotráfico y delito político anexo

Se contempla un tratamiento especial al  delito de narcotráfico como anexo al político. El procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez,  considera que otorgar categoría de delito político al narcotráfico “blindaría jurídicamente a los capos de la cocaína de las Farc. Se quiere  que el Estado  renuncie a la persecución penal de ese delito cuando lo ejecuta la guerrilla, que no haya extradición para sus autores y darles el derecho a gobernar a Colombia a través de la participación política. El narcotráfico es un delito común de carácter transnacional  ejecutado  con el fin de acumular inmensas riquezas representadas en tierras, ganado, empresas e inversiones, que circula  de manera clandestina en el sector financiero nacional e internacional y nada tiene que ver con el altruismo que caracteriza al delito político”. El presidente Juan Manuel Santos deja que se debata el tema con la advertencia de que “no hay ninguna propuesta del Gobierno. La discusión referente a la ampliación de los delitos políticos conexos se circunscribe, específicamente, a  tenerla en cuenta  el día en que los miembros de las Farc quieran participar en política”. El ministro Juan Fernando Cristo habla de “la ley estatutaria que debe tramitar el Congreso por iniciativa del Gobierno, cuando se llegue a  acuerdos de paz en los cuales se incluya hasta dónde debe ir este delito y corresponde a la sociedad colombiana  tomar una decisión”. El Defensor del Pueblo señala que “hay pleno respaldo  a la postura del Presidente”. Olvida  que el mandatario  no tiene postura. La Corte Constitucional declara exequible el Marco Jurídico Para la Paz y dice que “una ley estatutaria regulará cuáles son los delitos  considerados conexos al político para efectos de las posibilidades de participar en política. La regulación  no tendrá como resultado  la concesión de amnistías e indultos, ni la prohibición de extradiciones, sino el establecimiento de reglas de participación política”.

Las Farc deberán probar que por razones altruistas, algunos de sus miembros  cometieron el delito de narcotráfico en sus diferentes modalidades vinculado  con otros delitos y pedir que no se les aplique el rigor de la ley para, en una nueva vida, reintegrados a la sociedad, participar en política. El tema forma parte de los diálogos. Eso lo entiendo. Sin embargo, independientemente de las conversaciones por la paz, existen, han existido y existirán, de otro lado, quienes cometen el delito de narcotráfico con el  político como anexo. Pablo Escobar, por ejemplo, no fue un dirigente partidista que incurrió en la comisión del delito de narcotráfico sino intervino en  política como dirigente liberal para defender su condición de narcotraficante. En este caso no es el delito político el principal con el narcotráfico como conexo. Le dejo al Gobierno, a los estudiosos, a los voceros de las partes en los diálogos, a los parlamentarios, a los periodistas, a los jueces, este trompo en la uña, con la solicitud de que profundicen el tema para evitar distorsiones e intromisiones.