El Dane presentó un boletín llamado Indicadores de Coyuntura el cual pasó totalmente desapercibido por la opinión pública. Las familias comienzan a mirar el final del año con la angustia debida teniendo en cuenta que se vienen las matrículas, las alzas de enero y la pérdida del poder adquisitivo por cuenta de la inútil negociación del salario mínimo vigente.
Las autoridades monetarias en cabeza del Banco de la República, ente rector de nuestra economía, deberían explorar los resultados de sus políticas las cuales se supone están encaminadas para impulsar el crecimiento económico con la respectiva disminución del desempleo.
No en vano, Miguel Urrutia comentó: Como responsable de la política monetaria, el Banco de la República obviamente debe también contribuir a minimizar el desempleo. Valdría la pena ser explícito sobre cómo se puede lograr ese objetivo. (Urrutia, marzo 2001, memorias de seminario Empleo y economía).
El Dr. José Darío Uribe dijo que la reforma tributaria es necesaria para tapar el hueco de los ingresos por cuenta de la caída de los precios el petróleo, pero nunca menciona el tema del gasto central del Gobierno, el cual sobre pasó más de un punto de la regla fiscal establecida.
Supone el Dr. Uribe que el crecimiento económico apenas llegará al 2% cuando al finalizar el Gobierno de AUV fue superior al 6%. Las tasas de interés, a su vez, se mantendrán al alza, lo cual encarecerá los créditos de consumo y de tarjetas de crédito los cuales se encuentran varios puntos por encima de la usura. Mientras las tasas de interés se mantengan por debajo de la inflación, éstas se mantendrán al alza.
La tasa de desempleo se ubicó en el 9.2%. Ya estamos cerca de dos dígitos con el agravante que el incremento de la participación laboral se estancó. Es decir que las empresas no están contratando nuevo personal. Bien valdría hacernos la pregunta del Dr. Urrutia: ¿Estamos generando empleo?
En cuanto a los índices de precios al consumidor, I.P.C, al mes de septiembre se presentó un fenómeno histórico: deflación de -0.5%. Una deflación se presenta cuando por un exceso de oferta se provoca una disminución exagerada de los precios. Esto, lo que quiere decir es que los productos de consumo, por ejemplo, se quedaron en las estanterías de los supermercados o tiendas de abarrotes.
Los indicadores de comercio exterior continúan en picada. La balanza comercial negativa con un saldo superior a los U$1.500 millones. Analistas consideran que el déficit en cuenta corriente podrá ser superior al 8%.
La volatilidad del dólar por cuenta de la incertidumbre antes, durante y el posconflicto donde el inversionista carece de los elementos de juicio necesarios para invertir en el país. Esto tiene una repercusión directa en la deuda pública la cual ya supera el 45% del P.I.B. La devaluación del peso frente al dólar ha causado una disminución en los ingresos operacionales a las grandes empresas del 25%, lo cual afectará sustancialmente los presupuestos del 2017.
¿Quién asumirá la responsabilidad cuando el próximo Gobierno le ponga el espejo retrovisor teniendo en cuenta el desajuste económico que se presentará al 2018?
En un país donde nadie se hace responsable de nada, la actual junta directiva del Banco de la República debería asumir sus culpas. Pero, en un país donde se perdió la vergüenza moral, en un país donde se vive como si estuviéramos en un cuento de hadas cuando la realidad económica va por otro camino, nadie la asumirá.
Puntilla: ¿Será verdad que las Farc están lavando dinero desde Suiza? Me niego a creerlo.
@RaGomezMar