Hugo Quintero Bernate | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Diciembre de 2014

ARRECIFES

La Gran (?) Marcha

 

Como  si se tratara de un nuevo Mao Tse- tung, el Líder Único y

Amado del Centro Democrático decidió organizar el 13 de diciembre de 2014 una gran marcha contra el proceso de paz que el Gobierno nacional adelanta con las Farc. Como corresponde a un buen acto con intencionalidad política, el lema de la marcha ocultó su verdadera intención, que es exigir la continuación de la guerra, para ocultarla detrás de una supuesta preocupación por “la impunidad”.

Oír a los mismos dirigentes políticos que se pusieron de pies en el Congreso Nacional para ovacionar los discursos de Mancuso, Isaza y alias Ernesto Báez, citando y promocionando una marcha contra la impunidad, es un acto de cinismo político, casi peor que el de las Farc cuando anunciaron que habían “condenado” al asesino de los indigenistas estadounidenses a la severa pena de ¡un año de alfabetización!

El senador que ahora se muestra ofendido por los riesgos de impunidad del proceso de paz, es el mismo que presidió el gobierno que presentó un proyecto de ley para darles perdón total a las Auc. Allí convertían capos en delincuentes políticos a través de una “novedosa” redacción del delito de sedición. La “novedad” venía sugerida en el “documento de Costa Rica” por uno de los más célebres abogados de la mafia, según lo denunció la revista Cambio, la que después clausuraron, con total impunidad, por sus incómodas denuncias de Agro Ingreso Seguro.

Es el mismo expresidente que montó en cólera contra la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia cuando allí se negaron a reconocer como sediciosos a los paramilitares. Y que no tuvo pelos en la lengua para acusarla de tener “sesgo ideológico”, por no compartir sus aspiraciones de impunidad total para las Auc. Precisamente en la manipulación de ese término que ahora usan tan cínicamente quienes se oponen al proceso de paz se esconde toda la carga política que cada quien tiene del concepto de Justicia.

Impunidad no significa otra cosa que “falta de castigo”. Sin embargo, y pese a la claridad idiomática del término que no tiene sino esa única acepción, todos los interesados en desprestigiar la Administración de Justicia extienden la precisión y alcance del concepto a identificarlo con la ausencia de pena de cárcel.

La intencionalidad política o el simple cinismo llevan a extremos ideológicos como el del CD a ignorar sus propias actuaciones para poder construir vigas en los ojos ajenos. Una organización política que ha hecho de la huida de sus integrantes más conspicuos o de la filtración de datos reservados de seguridad nacional, su comportamiento habitual frente a la justicia nacional, no tiene ni la mínima autoridad moral para hacer convocatorias contra la impunidad. Y menos aún para que, al estilo maoísta intenten posar de tener al Gran Líder que convoca “grandes marchas”.

Aunque pensándolo bien, tal vez lo que el Centro Democrático tiene en común con la China de Mao, no sea el concepto de la “Gran Marcha” sino el de la banda de los cuatro…fugitivos.

@Quinternatte