Horacio Gómez Aristizábal | El Nuevo Siglo
Sábado, 26 de Marzo de 2016

HISTORIA

Derechos de la mujer

 

POR fortuna se superó la detestable época en que el machismo pensaba que el hombre era todo y la mujer nada. Hoy la mujer pisa duro y ocupa un gran espacio político, social, económico y cultural. Alguien llegó a decir: mujer que sabe, no tendrá marido, ni tendrá buen. Sor Juana Inés de la Cruz  (1648-1695) fue una mexicana descomunal. Octavio Paz, en su biografía fundamental sobre esta religiosa, (Fondo de Cultura económica, 700 páginas, 1997), sostiene que fue la primera defensora de los derechos de la mujer. Su obra fue vibrante. Su cultura extraordinaria. Estudio filosofía, astronomía, música, literatura y poesía.

Todos recomendamos sus profundos y hermosos versos como: Cuál será más de culpa, Aunque cualquiera mal haga, la que peca por la paga, o el que paga por pecar. Los versos de esta monja impresionante, con un órgano de mil voces, agotan los recursos de todos los temas y de todas las sonoridades. Ya que en su obra palpitan, espléndidamente,  las gamas integral de la armonía, la canción, el relato, la sinfonía y hasta el trueno. Afirma Octavio Paz: “los versos de Sor Juana Inés dela Cruz son fascinantes por el aliento poético, la virginidad de las ideas, el resplandor de las imágenes y el poderoso soplo humanístico que la anima”.

Fue una lectora apasionada y parece que por asuntos sentimentales se vinculó a la comunidad de Las Carmelitas. Aprendió a leer a corta edad y a los 18 ya era personaje en el mundo de la cultura por su increíble precocidad. Su deslumbrante inteligencia provocó envidias y este episodio nos recuerda a Fray Luis De León, quien también fue víctima de celos feroces. Por una acusación injusta estuvo preso 5 años. Por eso escribió: “aquí la envidia y mentira me tuvieron encerrado, dichoso el humilde estado del sabio que se retira de este mundo malvado”.

Sor Juana Inés de la Cruz es una mujer símbolo de las letras universales. América ha sido un continente privilegiado en el terreno de la literatura. Ahí tenemos a Gabriela Mistral y a Juana de Ibarbourou. La cultura saca la cara por el nuevo mundo. No es exacto, cómo lo sostuvo Papini, que en Hispanoamérica somos unos subdesarrollados en todos los sentidos.

Sor Juana Inés se dejó absorber por la poesía, el ensayo y el drama. Algunos obispos le criticaron su excesiva dedicación a la literatura, con descuido de sus deberes religiosos. Humilde y disciplinada. Vendió sus 4.000 libros y el dinero lo entregó a los pobres. Durante algún lapso se dedicó, casi por completo, a cuidar a sus compañeras de comunidad. Siempre conservó intacta su belleza. Murió muy joven.

Los biógrafos de Sor Juana Inés sostienen que la vida de esta maravillosa mujer está llena de enigmas:  ¿por qué se dedicó exclusivamente a Dios, siendo perseguida por hombres importantes, impactados por su talento, belleza y múltiples atractivos?;  ¿Por qué, en cierta época de su productiva existencia, deja las letras y se olvida de todo?  ¿Por qué viviendo en su convento, dedicada a la oración, amó tanto como la notoriedad literaria?. Todos estos aspectos han sido analizados, en una y otra forma, por los historiadores que se han dedicado a estudiar a esta poeta colosal.