Y el maestro Antonio Rocha
Fue tan profundo el saber de Antonio Rocha Alvira, tan vasta su erudición, tan ricos los jugos del espíritu que por muchos lustros nos alimentamos de esa sustancia viva y frutal.
A mí me impactó hondamente cuando lo escuché por primera vez; “De todas las obras humanas, la única realmente insustituible es la justicia”, dijo el Maestro venerable. “Los pueblos pueden vivir sin riqueza, sin belleza, y hasta sin salud. Vivirán mal, pero vivirán. Pero sin justicia no podrán vivir…” Redacté una nota para el diario El Tiempo sobre Antonio Rocha Alvira y entre otras cosas expresé: “… Colombia, antorcha del derecho, gracias a figuras como Antonio Rocha, no solo no se ha estancado, sino que sigue brillando con nuevos y poderosos resplandores… La disciplina jurídica se ha enriquecido y fortalecido con los densos y macizos libros de este catedrático excepcional… En lo humano y social, su amistad basta para quedar uno esclarecido…”. Siempre tuve cercanía con el doctor Rocha. Para algunos de sus casos me pidió colaboración en lo penal. En uno de esos pleitos fuimos llamados Álvaro Tafur Galvis y yo para conformar un equipo y nos invitó a reuniones en el Jockey Club. Mis Defensas Penales -3 volúmenes- fueron prologados con un estudio suyo sobre mi actividad jurídica de 28 páginas. Allí afirma que según su opinión Colombia ha tenido tres penalistas sobresalientes: Jorge Eliécer Gaitán, Carlos Lozano y Lozano y Horacio Gómez Aristizábal”.
De enorme acierto la publicación del libro insustituible De la Prueba en Derecho del Dr. Antonio Rocha Alvira por parte del Club de Abogados que dirige y preside con tanto decoro y dinamismo el jurista Alfonso Clavijo González. Serio y profundo el prólogo del académico, vicepresidente de nuestra Academia Colombiana de Jurisprudencia, Dr. Cesáreo Rocha Ochoa. Alfonso Clavijo, también autor de obras jurídicas, coordinó el trabajo y contó con la colaboración de Jairo Parra Quijano, uno de los procesalistas importantes en Colombia y Latinoamérica.
Si alguna eficacia se me podría reconocer a mí en mis 55 años de abogado litigante, se explicaría por el enorme interés que siempre le he dado a la prueba. Montesquieu afirmó: “La injusticia cometida contra uno solo es una amenaza para todos”. Y La Bruyere sostiene: “Un culpable castigado es un ejemplo para la canalla: un inocente condenado es una preocupación para todos los honrados”.
Cómo hace falta, ahora que la justicia está en el ‘ojo del huracán’, hombres de la inteligencia, el carácter y la sabiduría de Antonio Rocha Alvira. No conviene, a pesar de todo, hacer generalizaciones. Delinquen los “individuos, no las instituciones”. Urge revisar la participación de las altas cortes en la elección de altos dignatarios.
Es inmoral y se incurre en conflicto de intereses cuando se nombra para que me nombre.A los magistrados -tenemos 220 acusados- nadie los puede investigar. La Comisión de Acusación es una burla. Eliminemos 5 días por mes de descanso remunerado para los de arriba. Lo más apremiante es la congestión. ¡La no justicia es la ley de la selva!