La obra de Martínez Simahan
Los grupos de población desempleados, mal alimentados, arrinconados y humillados, dan señales de descontento y constituyen focos peligrosos de agitación propensos a causar disturbios a la menor provocación. No olvidemos esta realidad explosiva, conocida muy a fondo por la izquierda amargada y resentida.
Todo ser hambreado, marginado, despreciado y ofendido, con hambre física actual, desdeñado y frustrado, está permanentemente en trance de pre-agresividad, de ferocidad. Los penalistas, los criminólogos repetimos que un ser humano así es extraño a la sociedad, al establecimiento y fatalmente se convierte en un alienado, en un criminal potencial.
No se crea que son indispensables todos los factores enumerados para crear la capacidad criminógena: con el hambre, originada en el desempleo bastaría, como lo proclaman los neurólogos, los fisiólogos del sistema nervioso y los especialistas en nutrición cuando afirman: “Dime cómo comes y cómo vives, y te diré cómo piensas, cómo sientes, cómo obras y cómo reaccionas”.
Pocas obras tan enriquecedoras y esclarecedoras como la titulada Una democracia eficaz, escrita por el hábil y experimentado líder Carlos Martínez Simahan, exsenador, exministro y exembajador. Este ideólogo de la derecha, desde su juventud se ha dedicado a estudiar a fondo los graves problemas sociales, económicos y políticos de Colombia. Es vertical, certero, contundente. Preside la Academia del Pensamiento Conservador, fundada por él mismo, en asocio de Carlos Holguín y Alberto Abello, Director de El Nuevo Siglo. Por donde ha pasado Carlos Martínez Simahan ha dejado huella de león. En el Congreso hizo debates históricos, fortalecidos por la profundidad de las investigaciones y su riqueza humanística. De la diplomacia trajo poderosas iniciativas redentoras, como la impactante idea de “la Banca de las oportunidades”, la cual consiste en financiar para la microempresa a los que carecen de dinero. Hoy tenemos cinco millones de microempresarios más; se les han facilitado cinco billones de pesos. Carlos Martínez lucha contra el “complejo enano de los colombianos”, en materia de obras colosales. Se trata del proyecto titánico La Mojana, ya en ejecución y que va a redimir no sólo a los siete departamentos del Caribe, sino al país entero, recuperando para la economía zonas enormes esterilizadas por el azote descontrolado de la naturaleza.
El libro lo patrocinó la prestigiosa Fundación Hanns Seidel Stiftung, que con tanto acierto dirige Benjamin Bobbe, quien en la Universidad Sergio Arboleda, presentó el libro. También intervinieron Rodrigo Noguera Calderón, Hernando Gómez, Alberto Abello y el autor Carlos Martínez. Es bueno enfatizar en todo el beneficio que obtiene el país de estas fundaciones y organizaciones académicas. La Konrad Adenauer trabaja con denuedo por la comunidad. El Centro de Estudios Colombianos, fundado por Álvaro Gómez Hurtado y Mariano Ospina Pérez, ha hecho grandes aportes: elección popular de alcaldes, Fiscalía, UPAC, con millón y medio de casas construidas, idea de su presidente Rodrigo Llorente. La Justicia sin Rostro y las bonificaciones a los cooperantes, idea mía, tomada de la Embajada de Italia, pues en este país se implantó contra las Brigadas Rojas.