Fiebre de Mundial
Cada cuatro años el mundo entero se reúne bajo un sentimiento compartido: la pasión por el mundial de fútbol. Sea cual sea su origen, etnia o credo, el futbol es considerado un frenesí que trasciende fronteras. Es una fiesta cultural que desata emociones extremas y hasta maniáticas; hay quienes cruzan océanos, dejan sus trabajos y venden sus propiedades para poder asistir a un solo partido del mundial. De hecho, una encuesta publicada por la agencia de noticias Reuters hace algunos días, reveló que 51 por ciento de las personas estarían dispuestas a dejar de comer y un 4 por ciento donaría una parte de su cuerpo, con tal de ver a su país ganar este evento.
Para los colombianos también es un gran acontecimiento; recordemos cómo el sábado, después del gran debut de nuestro seleccionado, las celebraciones en las calles fueron extremas: huevos, harina, caxirolas (la nueva vuvuzela), pitos, heridos y hasta algunos muertos; parecía como si hubiéramos ganado el mundial. Hoy tenemos la segunda prueba contra Costa de Marfil y esperamos poder repetir el triunfo y tener una gran celebración.
Aparte de ese furor y excitación que genera el Mundial de Fútbol sobre un gran porcentaje de la población mundial, éste se convierte también en oxígeno para los negocios globales. En el caso concreto de Colombia, hemos visto cómo se ha aumentado la venta de artículos deportivos con los colores de la selección. La comercialización de camisetas está absolutamente desbordada, bien sea de las empresas que las elaboran oficialmente o de las ventas ambulantes que han hecho su agosto; adicionalmente, productos como balones, pantalonetas, gorras o hasta el álbum de Panini, han vendido en estos últimos meses unas cifras enormes, al igual que los restaurantes y otros establecimientos que tienen sus programas especiales para ver los partidos.
Sin embargo, el tema no se queda solo ahí. Un número alto de compañías aprovecha estos momentos para hacer estrategias publicitarias con imágenes alusivas al fútbol y a la pasión que se mueve durante esta época. Las campañas aumentarán a escala mundial un 64%. Han tomado protagonismo las compañías aéreas lideradas por el poder de la inversión de Qatar Airways y Fly Emirates, seguidos por los principales socios comerciales del evento como Coca-Cola, Castrol, Adidas, Sony, Visa, Hyundai-Kia, Budweiser, Continental, Mc Donald’s, Johnson & Johnson, Itau, Garoto o Liberty Seguros.Para todas estas compañías es la oportunidad de fortalecer su marca en el mundo entero y aumentar el nivel de recordación.
Pero no todo es color de rosa: muchos habitantes de Brasil se quejan por las millonarias inversiones que realizó su país para construir o adecuar los escenarios deportivos y demás infraestructura, mientras cerca del 20% de los brasileños, casi 40 millones de personas, viven todavía en la pobreza. Esto fue lo que llevó a que se presentara una serie de disturbios y protestas, que pusieron en peligro la celebración de este gran certamen.
Esperemos que nuestra selección logre alcanzar en esta, su quinta participación, una posición histórica; recordemos que la mejor actuación fue en Italia 90 llegando a octavos de final y a la posición 14.