Corea del Sur
Desde los años 50’s, cuando se vivía la guerra entre Corea del Norte y Corea del Sur, los colombianos hemos sido aliados de los surcoreanos: recordemos que bajo el mando del general Álvaro Valencia Tovar, el Batallón Colombia participó en forma destacada, junto con ejércitos de otras naciones del mundo, para alcanzar un armisticio o tratado de no agresión entre las dos naciones. Como resultado de este apoyo de nuestro país en ese momento de dificultad, siempre hemos tenido excelentes relaciones, tanto diplomáticas como comerciales.
La economía coreana es abierta al comercio internacional; siendo un país muy pequeño, es actualmente una de las economías más fuertes y desarrolladas del mundo. En un período muy corto de tiempo (40 años) pasó de ser un país de bajos recursos a ser una potencia económica, rica e industrializada. También es uno de los países con mejor educación y actualmente considerado como el país más innovador.
En cuanto a las relaciones comerciales con Colombia, han sido vendedores de productos para nuestra economía; empresas como Samsung, LG y Hyundai, entre muchas otras, han tenido buenos crecimientos de su negocio en nuestro país. A su vez, nosotros hemos exportado algunos productos tímidamente, haciendo que la balanza comercial sea muy deficitaria. Corea del Sur puede convertirse en un importante aliado para nuestras exportaciones a su país o al continente asiático, a partir de los esfuerzos conjuntos que se vienen realizando desde hace algunos años.
Desde el 2009, Colombia y Corea del Sur iniciaron las negociaciones de un acuerdo de libre comercio en busca de una relación más estrecha y dinámica. A comienzos de este año se firma oficialmente el TLC entre ambos países a la espera de que sea ratificado por los “parlamentos” de las dos naciones. La semana pasada, el Senado de la República aprobó, en segundo debate, este acuerdo comercial para que siga su curso en la Cámara de Representantes para su posterior entrada en vigor.
En mi concepto, a partir de que entre en vigencia este tratado se presentarán más oportunidades que riesgos; los sectores que se pueden ver afectados, deben prepararse desde ahora buscando eficiencia, calidad y productividad. En cuanto a las oportunidades que surgen, considero que existen sectores de la economía en los cuales podemos ser muy competitivos, ya que tenemos ventajas comparativas en relación con otros países latinoamericanos y aún no las hemos explorado con Corea. El sector agropecuario, poco industrializado en nuestro país, es el que presenta mejores posibilidades y, enfrenta uno de los más claros retos, dadas las grandes oportunidades que podríamos aprovechar; productos como carne, pollo, cerdo, huevos, leche, café, caña, frutas y hortalizas, se encuentran dentro de los que se pueden ver más beneficiados. Uno de los principales desafíos es cumplir con los estándares de calidad que exigen, lo cual conducirá a un mayor desarrollo e industrialización en este sector de nuestra economía. Se abre, entonces, un mercado con alto poder adquisitivo, comprador neto de productos alimenticios de alta calidad y con ello, se vislumbra una maravillosa oportunidad para desarrollar el sector agropecuario.