La olla a presión
Una gran diferencia se está presentando en aquello que entendí dijo el Presidente acerca de las conversaciones de paz. Entendí que era poca gente la que viajaría, que los curiosos de ocasión estarían lejos porque se necesitaba tranquilidad, reserva, manejo confidencial estricto de tal manera que los negociadores pudieran hablar, discutir, enojarse y conciliar dentro de las estrategias que cada cual llevara tanto a Oslo como a Cuba.
Pero ha sucedido que los acontecimientos desbordaron -o han desbordado hasta el momento- lo que se entendió. Ahora declara todo el mundo, imagina todo el mundo; hay quienes no pueden ver un micrófono porque entran en el camino de la inspiración. Viejos comisionados de paz hablan y opinan, gentes que estuvieron en México, en Venezuela, en España, en el Caguán se erigen en maestros de la mediación, de la facilitación, de la negociación, de la intervención. Otros comienzan a pasear micrófonos y mini-reportajes con quienes se supone que alguna vez tuvieron amistades cercanas a la guerrilla. Otros se cuidan porque piensan que de saberse y no haber estado autorizados caerían bajo investigación. Y otros como los grupos de piedad que a lo mejor serán informados directamente por derecho propio.
Eso es un desorden. Piden representación hombres y mujeres, víctimas masculinos y víctimas femeninas, lisiados, religiosos católicos y cristianos en general y hay quienes se fueron para Oslo a curiosear y a alquilar vivienda porque creen que el presidente Santos será Premio Nóbel de la paz el año entrante cuando nos consta que a él no se le ha ocurrido pensar en eso. Otros más ahorradores han hecho reservaciones en Cuba y desde allí supondrán noticias y darán rienda suelta a la imaginación si es que la “confidencialidad anunciada” por fin se cumple.
Viendo esto las Farc que no son tontas se lanzaron al discurso de agitación violando todo lo pactado. Nos hicieron escuchar el discurso de Iván Márquez que se une al de Timochenko y si no nos protegemos los escucharemos a todos .La guerrilla se aprovechó. Sabían que De La Calle no reaccionaría en ese primer momento aunque esperamos no se deje tomar el pelo en un segundo instante. Nosotros -se dice- estamos librados y en las manos de Jaramillo el del Gobierno de quien dicen que es muy inteligente, serio, que no se ríe con nadie, sagaz, suficiente, corto en palabras, que cuando se disgusta todos tiemblan y llegaron a calificarlo como “el arma secreta“ denominación de una cautivadora ingenuidad .
Yo le creo al Presidente y espero que se empiece a colocar límite a la curiosidad por el “proceso de paz” y se regrese al silencio monacal de quienes tienen en sus manos la paz de Colombia . “Afuera todos“ se decía en las viejas reuniones de caballeros y de eclesiásticos cuando se trataba de entrar en asuntos serios. Qué bueno sería la comunicación mediante “comunicados escritos de prensa” que eviten inevitables protagonismos ya que en Cuba la guerrilla juega de local y el Gobierno es visitante.