SAGITARIO
Malaparte
SE decidió, previo al examen de Strategy. A history (Oxford University Press, New York, 2015, paperback), de Lawrence Freedman, exponer el entendimiento de dicha área y se publicó “Estrategia” (febrero 20) con énfasis en aspectos generales y, luego, “Roces” (marzo 12) donde se desarrolló el concepto de Gran Estrategia mediante el conflicto entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe. Ahora entra un tercer escrito titulado “Malaparte” referido a Técnica del Golpe de Estado (Universidad Libre de Colombia, Bogotá, 1975) de Curzio Malaparte. Las fuentes básicas han sido Sir Basil Liddell Hart, el Mariscal de Campo Bernard Law Montgomery, Vizconde de Alamein, y la Enciclopedia Collier, edición 1968. Freedman no menciona a Montgomery, quien no perdió batalla alguna, y se lanza una hipótesis: el mariscal inglés tal vez no fue un creador, sino alguien que aplicó las reglas con precisión. Y arriba ahora un escritor italiano de quien los lectores probablemente conozcan La Piel y Kaputt, pero no el texto materia de estas líneas y cuyo aporte consiste en que el golpe de Estado encuadra con la táctica y no la estrategia: esta tesis impresionó, a quien escribe, antes, ahora y siempre.
Malaparte señala casos como prueba y se escoge la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Surge el golpe de Estado de octubre 1917, en Petrogrado, bajo la dirección de Trotsky, y se instala el comunismo en la URSS; fue consecuencia de la organización técnica a cargo de grupos especializados pequeños (mil hombres en total), actuante como tropas de choque y constituido por obreros, soldados y marinos. Adelantaron planeación con “maniobras invisibles” (a la vista sin conocerse el propósito) traducida en toma de sitios estratégicos: sistemas de comunicaciones, transporte, decisorias de servicios técnicos, puentes, medios de información, oficinas estatales y militares, banco central y depósitos de carbón, petróleo y trigo.
Trotsky fomenta el desorden general y rechaza las huelgas plenas. El régimen utiliza medios de defensa policíacos desactualizados y, al final, Trotsky captura al gobierno. Fallece Lenin, emerge el problema de la sucesión, Trotsky comete descuidos aunque usa la metodología de 1917 pero Stalin la descifra, neutraliza los equipos humanos de Trotsky y aprende a defender el Estado. Trotsky parte al destierro y Stalin ordena asesinarlo. Malaparte excusa a Kerenski al utilizar los esquemas de defensa policíaca válidos al momento.