A veinte y dos años del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, vergonzosamente aún no declarado como crimen de lesa humanidad, no deja de sorprender la validez de sus grandes tesis para los tiempos actuales. Se repite una y otra vez la imagen del movimiento de sus manos, aquellas que deseaban transferir con igual ímpetu sus incansables y profundas reflexiones para el mejor devenir nacional.
El predominio de complicidades, por él identificadas en el Régimen, entre las distintas instancias y ramas del poder público, hoy no resulta para nadie un desconocido. Igualmente, el Acuerdo sobre lo Fundamental cobra vida en medio de la necesidad de llegar, en medio de la polarización, a un consenso nacional sobre la estimación de unos valores inalienables o “patrimonio común” y “palanca del futuro”. Síntesis que logro gracias a un amigo que lo recuperó del libro Su pensamiento vive y a conversaciones con mi hermano. Como se observará los cinco temas fundamentales para enarbolar un consenso nacional cobran hoy mayor vigencia que nunca.
El primero es reconocer en la ley justa el primordial elemento generador de convivencia. En este sentido, la ley no se transa ni la ley injusta puede prevalecer. De la mano está la esperanza de recuperar la moral. Así decía: “tras estrepitosos períodos de corrupción, la virtud vuelve a imperar sobre las sociedades” pues “hemos llegado a este punto por no ejercer la sublime capacidad del hombre de juzgar lo bueno y lo malo”.
Esto para concluir que “preservada la integridad de la ley y respaldada por un amplio consenso moral, vendría, ahora sí la recuperación de la justicia”. Aquí inquieta profundamente cuando dice que se trata de poner a prueba el temple de nuestros jueces para que vuelvan a representar la majestad del Estado.
Ahora, por el lado de la economía, con las noticias recientes sobre las debilidades de Colombia en competitividad, el cuarto punto del Acuerdo pasa una cuenta de cobro. Se trata de tener la capacidad para cambiar el modelo económico a través de la concertación y una firme planificación. Esta semana precisamente el Consejo Privado de Competitividad ha pedido pedalear fuerte, especialmente en la institucionalidad, los índices de infraestructura, salud, educación básica y en la formalidad en el empleo y las empresas. Es según el mismo Álvaro Gómez el punto más significativo porque en el manejo de la economía se puede proyectar la redención social.
Y finalmente reconoce en el mantenimiento de nuestras fuentes de agua, el resguardo de los bosques, la conservación de los suelos y la preservación del medio ambiente en general la necesidad de una mesa conjunta.
Finalmente, es increíble apreciar, en el paso de dos generaciones, cómo su tesis sobre el Régimen es una radiografía actual del país y cómo el Acuerdo sobre lo Fundamental se convierte en un principio y siempre será una posibilidad.
*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI
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