PRISMA
Urge arremetida contra inseguridad
“No se denuncia por ser un trámite engorroso”
Con el cambio de administraciones es inminente un acuerdo para enfrentar la inseguridad que asecha el país y seguramente los nuevos alcaldes con sus equipos de gobierno estarán trabajando en una seria de estrategia para minimizar las amenazas a la ciudadanía y controlar todo tipo de delincuentes que hacen presencia en sus jurisdicciones. Por otro lado, los nuevos comandantes de policía, en diferentes niveles de responsabilidad, también se dispondrán a tomar mediadas y efectuar los cambios necesarios para erradicar de sus sectores las amenazas delictivas contra la ciudadanía.
Sabemos la infinidad de matices que cubre la seguridad y sobre ellos nos hemos pronunciado en varia oportunidades, pero en esta ocasión me referiré a un aspecto de apoyo a la ciudadanía y las autoridades. No cabe duda que la justicia hace ingentes esfuerzos por investigar y entregar resultados ante el clamor ciudadano frente a los actos delictivos que victimizan, teniendo la denuncia como eje de investigación, situación que obliga un diligenciamiento minucioso y profesionalmente adelantado. Hagamos un breve análisis y veremos cómo una diligencia que debía ser fácil, expedita, rápida y cómoda no lo es tanto; de manera que lo ideal sería tomar cartas en el asunto, analizando lo que tenemos, que no es malo, pero susceptible de mejorar y hacer una reingeniería para entregar a la ciudad una fórmula si no mágica, si atractiva, al realizar esa diligencia tan importante desde diferentes puntos de visita, tanto investigativo como estadístico y programático. El ofendido siempre es renuente a denunciar por múltiples razones, entre ella no saber en qué lugar presentarla, pensar en una gestión extensa y extenuante, saber que no porta documentos, ni facturas para demostrar la propiedad de lo hurtado, a más de estar al tanto de futuras citaciones, con el agravante de no disponer del tiempo para acudir a citas preestablecidas por el investigador. Como vemos existen coyunturas en contra de la denuncia. Sólo quienes han perdido los papeles, sin importar las anteriores excusas, recorren este camino, pues de no tener copia de denuncia no puede diligenciar nuevos documentos.
Sabemos que en las Unidades de Reacción Inmediata (URI) funcionan lugares para recibir denuncias, al igual que en las Estaciones de Policía existen puntos para recepcionarlas, pero el ciudadano del común no sabe la dirección de las Unidades y Estaciones, contando que algunas están en sitios alejado del lugar de los hechos. Las Casas de Justicia contemplan en su estructura salas de denuncias, pero al igual de las anteriores, su ubicación no es conocida por la ciudadanía. En fin, este aspecto hay que encausarlo y una de las formas es crear más lugares, adelantar campañas agresivas de información, dirigidas a orientar la ciudad sobre el tema, y simplificar la diligencia buscando que la comunidad conozca el procedimiento y bondades.