GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 22 de Mayo de 2013

El informe de la OEA

 

Como es de conocimiento público, la Cumbre de las Américas efectuada el año pasado en Cartagena, sirvió de escenario a nuestro Presidente, que como vocero de los mandatarios reunidos, solicitó a la OEA, tomar cartas sobre el tema y  evaluar la fórmula de lucha contra las drogas ilícitas. Es reconfortante saber que el mencionado estudio fue concluido y entregado al  Presidente de Colombia para continuar liderando un asunto tan importante para el mundo, donde urge lograr consensos  internacionales dirigidos a objetivos claros y contundentes.

Como no conocemos el texto total del documento y los medios solo nos han entregado algunos conceptos fruto de las investigaciones, y declaraciones entregadas por el  Secretario General de la OEA, me voy a permitir algunos comentarios. El informe adelanta  una serie de estudios dirigidos a  presentar recomendaciones donde sobresale lo relativo al consumo de drogas, exhortando reconocer al consumidor como enfermo urgido de una atención especial y tratamiento acorde con su situación, sin desconocer, otros problemas hermanados al consumo, como es la inseguridad hija de instituciones débiles para enfrentar organizaciones criminales, apalancadas en grandes ingresos derivados del comercio de estupefacientes, en fin, todo lo resume en cuatro escenarios urgentes de desarrollar.

La situación es muy compleja, y debemos entender que nos encontramos frente a un estudio ideal, para establecer una estrategia global; porque si bien es cierto que el drogadicto padece una enfermedad, también lo es, que  todo narcotraficante es delincuente, situación bien diferente a ojos de la ley, y la cadena del narcotráfico trae varios eslabones manejados a diferente nivel por  una organización, veamos: los cultivadores, reciben el lote que les es ajeno, reciben la semilla, reciben la remesa (para subsistir) siembran y  cosechan, llegan los raspachines a recolectar la hoja, terminando el proceso en  pasta básica, todo lo anterior realizado sobre el lote mismo, las ganancias ¡muy pocas¡ se pagan en ese lugar; ahí  termina esa parte. El laboratorio, los “cocineros” reciben la pasta e inician el proceso  hacia clorhidrato de cocaína en laboratorios artesanales, pero con excelentes químicos que aseguran un producto de alta pureza y buena calidad, termina este paso con remuneraciones superiores, pero siguen siendo bajas. Los trasportadores, el movimiento de la mercancía hacia las ciudades debe ser meticuloso, utilizando diferentes medios de transporte,  recurriendo a  caletas o escondites y escoltas responsables de asegurar el éxito en la operación, estas personas perciben buenas ganancias pues tiene contacto directo con la droga. Centro de Acopio y Distribución, ya en las ciudades existen bodegas de almacenamiento desde donde distribuyen las drogas a todo el país y el exterior.

Los adictos no tiene parte en el delito, solo son víctimas de  una organización que distribuye, están  enfermos, pero los narcotraficantes, son criminales que debemos perseguir.