La gendarmería colombiana
La importancia que tiene la Policía Nacional para los colombianos y el Gobierno salta a la vista y agrada ver cómo de cara a los últimos anuncios del señor Presidente, todo el país se movilizó para fijar puntos de vista sobre la creación de un cuerpo de seguridad rural en Colombia. Qué bueno sentir la noble institución controlada, defendida y hasta protegida por la ciudadanía, es un reconocimiento tácito de su cercanía con el pueblo, el Gobierno y las instituciones.
Evitando presentarme reiterativo con los conceptos de académicos y reconocidas autoridades tanto de medios como del Gobierno, me permito hacer algunas claridades tratando de apoyar las mencionadas opiniones. La gendarmería fue organizada militarmente pero dependiente del Ministerio de Gobierno y destinada a cumplir funciones eminentemente policiales e investigativas en zonas rurales y poblados con un número reducido de habitantes, también recaen en este cuerpo responsabilidades de control en carreteras; esta institución fue modelo para la Guardia Civil Española, los Carabinieri de Italia, la Gendarmería Nacional Argentina, los Carabineros de Chile, la Policía Militar del Brasil, en fin, varias organizaciones policiales con formación y perfil militar. Históricamente para pertenecer a estas instituciones, los postulantes deben cumplir una serie de requisitos que aseguran su alto compromiso con las sociedades y autoridades, el período formativo a más de exigente demanda altas dosis de autocontrol, profesionalismo en los procedimientos, lealtad a la organización y sus miembros, a más del celo por la investigación de delitos y el cumplimiento de las leyes.
Si se trata de establecer en Colombia esa Gendarmería, la Policía Nacional cuenta con los Carabineros de Colombia, una “gendarmería colombiana”, especialidad experimentada y muy antigua, organizada precisamente para atender las necesidades de vigilancia y seguridad en las regiones rurales de la patria, los carabineros han escrito páginas gloriosas en defensa de los derechos y seguridad del terruño; este cuerpo hace presencia en regiones apartadas del país colaborando con los habitantes del campo en aspectos tecnológicos, agropecuarios y agrarios. ¡Sin vocación no se puede servir! Por lo tanto para hacer parte de los Carabineros de Colombia es necesario adelantar el correspondiente curso en la escuela de formación, debiendo al igual que en el caso de las gendarmerías, agotar todo un procedimiento donde figuran temas tan serios y complicados como los antecedentes judiciales, donde el aspirante debe demostrar una conducta libre de actividades al margen de la ley; es más, no puede haber sido condenado bajo ningún aspecto. Conocimientos académicos mínimos sustentados en el bachillerato y las pruebas de Estado, -como ven- la institución es responsable de la formación. Recordemos que estos hombres van a servir a la ciudadanía, la auxiliarán en sus necesidades y defenderán ante cualquier amenaza, son profesionales en seguridad libres de dudas.