BLANCO Y NEGRO
Sueño de quinceañeras
LA democracia se deteriora, se achabacana, se rebaja y se trivializa cada vez más, porque los supuestos líderes de esta época buscan burlarla para su beneficio. Ya no hay respeto por nada, ni por nadie. Se creyó que el desplante de los maestros al Presidente Valencia en los sesenta, de no descubrir su cabeza -como era usual- cuando se ingresaba al Palacio de San Carlos, no iría más allá, pero de allí partieron el deterioro de la educación, la urbanidad y las buenas costumbres en Colombia.
Hoy se irrespeta a todos por igual. Desde el Procurador para abajo, se ejerce esa práctica. Burlonamente pidió al Jefe del Estado “amarrarse los pantalones”. Curioso que un usuario de calzonarias, exija semejante cosa. Pero está en campaña y como dijo el ex fiscal Montealegre, al director del ministerio público lo embriaga el sueño de las quinceañeras y busca llegar a la presidencia utilizando los “organismos de control para escalar políticamente”.
De joven, Ordoñez, fue famoso por sus persecuciones utilizando los fanáticos grupos “tradición, familia y propiedad”. Fomentaba las autodefensas y quemaba libros. Ahora se ha aliado con ciertos ganaderos agazapados en un gremio que despilfarra los dineros del Fondo Nacional del Ganado, organismo este que se nutre con aportes parafiscales de todos los colombianos. La memoria es frágil, pero existen documentos que dan cuenta del despojo de tierras a los campesinos de muchas regiones, después de desplazarlos, tras aplicarles las peores prácticas terroristas.
El Procurador justifica sus últimos desplazamientos de gancho con los ganaderos, con el cuento de buscar la defensa de la ley de víctimas y vigilar la restitución de tierras. Con sus aliados y patrocinadores, “fabrican” manifestaciones que congregan centenares de personas que arengan, vociferan y ultrajan, para reclamar 28 predios, aplicando la demagogia de aquellos ingratos consejos comunitarios.
Pero han ido más allá, con denuncias amenazantes al Ministro de Agricultura a quien, intimidan moral y sicológicamente.
A estos límites hemos llegado. Y quién sabe hacia dónde vamos con el cuento de mantener una maltrecha democracia en Colombia, merced a un torcido candidato uribista, vistosamente oculto, que está en campaña y atropella la ley con los dineros de nuestros impuestos.
BLANCO: Por fin se frenan los carteles -del azúcar y del papel higiénico- que saquean a los colombianos.
NEGRO: La partida de nuestro gran amigo, colega y ser humano, El campeón Edgar Perea. Paz en su tumba.