GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 11 de Agosto de 2011

A guardar los bolillos


“Prensa internacional nos coloca en ligas de países bárbaros”


QUÉ  contraste: mientras la Selección Sub-20 saca la cara por lo que no pudo hacer la de mayores en Argentina, aparecemos ante el mundo como unos trogloditas, en virtud de la cavernaria acción de un técnico de fútbol que más bien parece comandante de banda o cuadrilla.


La prensa internacional nos coloca en las ligas de los países bárbaros cuando denuncia el caso inexplicable de un entrenador del más masivo de los deportes, golpeando a una mujer. Lamentable; quien debería ser un dechado de virtudes, se convirtió en desorientador de nuestra niñez y nuestra juventud.


Siempre habíamos clasificado al “Bolillo” Gómez dentro de los especímenes generadores de violencia, sin imaginar que llegaría a los extremos actuales. Por actitudes como la del manejador de nuestra Selección se origina violencia en los estadios, “barras bravas” que cobran vidas de hinchas, cuyo único delito es animar a sus equipos, y tantos desmanes más. La crueldad, los excesos, la agresión y el atropello imperan en toda esta patria desde hace mucho tiempo, alentados por gentes llamadas a dar otro tipo de ejemplo.


El caso de “Bolillo” hace parte de la intemperancia nacional animada por algunos de nuestros dirigentes que amenazan a amigos y enemigos con “darle en la cara marica”. Por ello, ya parecen legales la corrupción, los malos manejos de la cosa pública y la atrocidad.


Esto no debe quedar en una simple renuncia a un cargo que debe ser desempeñado por un ejemplar miembro de nuestra sociedad. Porque seguramente entrará a operar la rosca Maturana-Bolillo. Debe haber un castigo ejemplar. Para patanes y violadores de los derechos humanos, como el que nos ocupa, nuestra Justicia debe, de oficio, adelantar una exhaustiva investigación penal y aplicarle todo el peso de la ley.


El país entero debe adelantar una campaña educativa, desde el hogar y las primeras clases escolares, para erradicar la violencia de nuestra patria, antes de que desaparezcamos como sociedad. Debemos pedirles a nuestros líderes dar ejemplo de confraternidad y tolerancia; deponer las armas y las palabras en vivo y a través del Twitter y otras redes sociales, para que podamos sobrevivir. Hay que guardar los bolillos de todos los pelambres.


Blanco. El parte que dio el presidente Santos al completar su primer año en la Casa de Nariño.
Negro. El maltrato al presidente Lula, uno de los más importantes huéspedes que hemos tenido.
gabrielortiz10@hotmail.com