Por una nariz
Cada día se descubren nuevas fallas en la justicia colombiana, producto de la corrupción que se ha convertido en moneda corriente, especialmente durante estos últimos años. Vemos, por ejemplo, cómo jueces dejan sin piso normas que el Gobierno fija para hacernos la vida más fácil, como aquella que eliminaba la revisión mecánica de los carros nuevos, fallo que va a enriquecer más a los dueños de los centros de diagnóstico. Y todo eso queda sin investigar y sin castigar a quienes, amparándose en una toga, atropellan a la ciudadanía y contribuyen a saquear los bolsillos de la gente. Esas actitudes de los jueces, pasan inadvertidas, a pesar de la protuberancia que exhiben. ¿Cuánto dinero rueda para que se actúe contra un pueblo que no tiene defensores?
Y así observamos diariamente cómo se tuerce la justicia, mientras el Congreso permanece sordo y ciego frente al clamor de sus electores, a los que solo atienden el día de las elecciones.
Lo que ocurrió con Sigifredo López es otro de los hechos que nos dejan perplejos. Se conjugaron todas las irregularidades sin que encontremos, que se sepa, una indagación de la actuación del Fiscal 38. La justicia espectáculo sigue mostrándose con orgullo por parte de los actores.
Este hombre sufrió toda suerte de humillaciones, al igual que un país que tuvo que soportar el “cartel de los falsos testigos”, la filtración de documentos, la venta de la supuesta “prueba reina” a un medio de comunicación que irresponsablemente la acogió y con base en ella, condenó al exdiputado, con las imágenes de una nariz, acompañadas de una voz.
Esa actuación de un fiscal, ha provocado una crisis de credibilidad en la Fiscalía, que ha tardado en asumir la responsabilidad y mostrarse ante el país con medidas ejemplares, que de una vez por todas sirvan de ejemplo para impedir que otros fiscales, continúen desprestigiando a la entidad.
Estamos en mora de eliminar el sistema anglosajón que nos impusieron, que con un soplón que se beneficia y un mínimo de pruebas, encarcela a los inocentes, cuando la detención debe ser excepcional dentro de los procesos.
Blanco. La atención que ha puesto el Gobierno a los medallistas olímpicos.
Negro. Las estrambóticas utilidades de un sistema financiero, que parece no tener fondo, mientras las clases media y baja, están condenadas a desaparecer. ¿No habrá quien controle esto?