FERNANDO NAVAS TALERO | El Nuevo Siglo
Miércoles, 9 de Julio de 2014

BITÁCORA DE LA COTIDIANIDAD

El camino de en medio

“Cambio el plomo de las balas por el del linotipo”

Cuando  no se casaba,  tampoco ingresaba al convento y resolvía irse a vivir en público concubinato, decían las abuelas que la niña había tomado “el camino de en medio”. En el mismo sentido, tratándose de las alternativas planteadas por los sistemas económicos, que no aceptan que las leyes de la oferta y la demandan regulen el mercado, pero  tampoco que la relación se resuelva con Totalitarismo de Estado, sino que eligen   una opción diferente, a esta decisión se le llama “Tercera Vía”. Ni  el “laissez faire, laissez passer” del Estado Gendarme ni el intervencionismo  del Estado Policía. El nombre de esta teoría surgió de la Conferencia de La Habana (OIC) en 1949: una alternativa entre  capitalismo y  comunismo; apelativo  utilizado desde Ferdinand Lassalle (1825/84)  hasta Juan Manuel Santos, pasando por otros tantos. Lenin, al final de su gobierno, rectificó la teoría marxista en ese sentido.

Solucionar el conflicto entre el capital y la fuerza de trabajo y reducir sus consecuencias, querella latente desde cuando el hombre salió de la caverna a disputarse las castañas con sus próximos, ha sido  motivo de desvelo de la humanidad,

La encrucijada  del Presidente, a consecuencia de los apoyos a su reelección, lo obliga a pensar que ni con Dios ni con el diablo, si quiere tenerlos a todos contentos. Para alcanzar sus metas, esas que nadie conoce, porque él es una caja de sorpresas, resuelve echar mano de un libro de su autoría, “La Tercera Vía…”, prologado por Tony Blair y monta un show publicitario en Cartagena, con el cual espera encontrar apoyo internacional a su proceso de paz e intimidar a la insurgencia. La verdad que su audacia es admirable.

El diálogo  con los invitados, todos jefes de Estado o de Gobierno en uso de buen retiro, es gaseoso, no provoca reparos y mal puede hacerlo pues la formula es mágica, tan mágica como la de José Arcadio Buendía .

Analizadas las promesas, no es complicado deducir su imposibilidad sin una enmienda constitucional que desbarate todo lo que el “revolcador” hizo con la estructura del Estado en su reforma neoliberal y las que se han agregado, como, por ejemplo, la sostenibilidad fiscal. Para poder competir sin intervenir el Estado necesita instrumentos diferentes al impuesto o la ley, es decir,  toda la empresa que en los últimos veinte años se remató a precio de huevo a favor del sector privado.

Entonces, la “Tercera Vía” o mejor el “camino de en medio” que debe tomar Juan Manuel para “Cerrar la Brecha” -López Michelsen-  o practicar la “Democracia Económica”  -Lleras Restrepo- , debe inventárselo, valerse de su propia imaginación y con cuidado, para no fracasar. Los factores de poder que lo rodean no son Ángeles del Cielo y  sí Pedros Boteros, demonios que lo ensalzan y rodean con la hipocresía propia de la política. Esa es la lección de la historia.