OPINIÓN ORBITAL
¡Vade retro Petro!
Sinceramente no se nos ocurre un mejor parafraseo, basado en la expresión latina que ha servido desde siempre a los exorcistas, en sus prácticas piadosas, para rescatar las almas en pena -en este caso las bogotanas- “¡Apártate Petro!”. Eso es, precisamente, lo que nueve millones de capitalinos hemos querido gritarle a nuestro burgomaestre desde hace mucho tiempo, por causa de la más caótica, pendenciera, soberbia y perjudicial de las administraciones de que se tenga noticia desde el Mono de la Pila.
Precisamente, en esta misma semana, ese gran periodista que es Mauricio Gómez, emitió por televisión tres extraordinarios documentales que, por su documentación, concreción y objetividad, nos proyectaron la más desgarradora radiografía de ese caos administrativo y de esa absoluta ausencia de gestión ejecutiva, de un hombre que pese a ser un hábil político es un desastre en el manejo de la cosa pública.
Mauricio nos mostró una ciudad populosa y rica en recursos, a la que Enrique Peñalosa le construyó su camino de modernidad y Gustavo Petro ha sabido convertir en un inmenso basurero a cielo abierto, donde pululan los desperdicios, los malos olores, la intoxicación atmosférica. Su inmensa red vial totalmente destrozada a inhabilitada para un decoroso y eficiente transporte público, que ha visto colapsar el Transmilenio al que Petro ha dejado totalmente abandonado.
Un lugar intolerante en donde no se han construido nuevos colegios ni centros de salud, Un mercado persa en donde cincuenta mil vendedores ambulantes se han adueñado del espacio público y han defenestrado al comercio formal. Como si todo esto fuera poco han hecho de todas sus paredes el papel de la canalla. No hay monumento ni frontis que se escape de ese vandalismo grafitero, que todo lo embadurna y envilece. Sin olvidar la publicidad invasiva y abusiva, que ensucia parales y portales.
Lo más grave es que Gustavo Petro ha desgobernado a conciencia. Lo ha hecho con ánimo revanchista y clasista. “No le taparemos un solo hueco a los ricos” ha sido su consigna. Lo más triste es que, después de que tres alcaldes del Polo -Lucho, Samuel y Petro- han marchitado y acabado con la ciudad, su candidata es por ahora la más probable inquilina del Palacio Liévano. Pueda ser que los memoriales de Mauricio les abran los ojos a los electores bogotanos. Lástima grande que Petro no haya leído El Quijote, porque de seguro hubiera sacado provecho de los consejos que éste le dio a Sancho Panza para gobernar su ínsula. “Has de poner los ojos en quien eres. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey”...
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Adenda
La pluralidad informativa no la garantiza un tercer canal, adjudicado a imagen y semejanza de los dos existentes. Solo una convocatoria abierta, que permita competir a varios operadores, avalará verdaderas opciones para el televidente colombiano. ¡Hay que romper el duopolio!