El otro Gustavo
Como van las cosas y si nada extraordinario ocurre, todo parece indicar que con nuestro combativo y combatido Gustavo Petro puede muy bien repetirse la historia que ocurrió con mi general Rojas Pinilla. Vale la pena recordarlo: cuando el exjefe supremo fue juzgado por el Senado colombiano y tan solo hallado culpable del contrabando de unas reses, se le condenó a la pérdida de sus derechos políticos casi de por vida, dada la edad del reo. Posteriormente la Corte Suprema de Justicia revisó su caso y anuló la sentencia, catapultándolo en su carrera por la Presidencia.
Es muy probable que en el inmediato futuro una de las Cortes -de pronto la Constitucional- retome el proceso petrista y termine dejando sin vigencia esas inhabilidades que, hoy, casi todo el mundo considera que fue una determinación desproporcionada. Si esto ocurre nuestro aguerrido Petro quedará reencauchado y listo para luchar por el premio mayor. Ahora nadie quiere recordar que fue un pésimo alcalde, así como en su momento lo fue el dictador de marras.
Muy seguramente para entonces los partidos -La U, el conservatismo, Cambio Radical, el liberalismo- volverán a dividirse para ir a la urnas -como ocurrió en las elecciones petristas- y nuestro personaje volverá a galopar por el medio. Así Don Gustavo, el otro Gustavo, habrá coronado sus aspiraciones populistas. El paralelo entre nuestros personajes no es simplemente anecdótico. El otro Gustavo nació a la vida política arropado con las cobijas anapistas y con las de su M-19, que fue el movimiento que quiso reivindicar para la historia el presunto (¿o no?) fraude que desconoció la victoria rojista. Ese episodio ha tenido muchas y muy graves consecuencias en la vida política nacional que aún padecemos.
Nada de lo que estamos escribiendo es traído de los cabellos. Es el producto de reflexiones fácticas que nos están demostrado cómo la historia se repite unas veces como comedia y otras como tragedia. El papayazo que el señor Procurador le dio a nuestro personaje no lo va a desaprovechar y le va a sacar el máximo de provecho. Con su verbo encendido es un verdadero encantador de serpientes y es curioso cómo todos a una, como en fuenteovejuna, quieren sacar dividendos de su cruzada. El Polo que lo defenestró ahora no ahorra elogios. Y así todos los politiqueros que saben cuánto pueden ganar “alimentado la comadreja”...
Adenda
Pudimos gozar hace poco de un espléndido reportaje de Cala en la CNN, con el presidente José "Pepe" Mujica, el anciano y siempre joven presidente del Uruguay. Nos contó que el secreto de su éxito es la autenticidad y no la pose. Nos confesó que es deslenguado por naturaleza y que esto también le ha servido para darle su merecido a más de uno. Se siente orgulloso del vanguardismo uruguayo y defendió la regulación que no la legalización de la marihuana. "Los identificamos, los contamos y así los controlamos mejor". Su matrimonio lo definió hermosamente. "Ha sido una complicidad en el amor"...