Entre el bien y el mal | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Marzo de 2022

Tan solo a dos meses de la primera vuelta electoral, Colombia un país de tradición democrática y vocación republicana, con 52 millones de habitantes y 1.142.000 km2 de territorio, una enorme riqueza natural y biodiversidad, variedad de paisajes y tierras fértiles, inmensas reservas energéticas, con una gran capacidad productiva y de mucha iniciativa empresarial, con una casta política bicentenaria y una población con vocación emprendedora y conciencia trabajadora, donde los colombianos en su inmensa mayoría prefieren lograr un país mejor, con libertad y futuro.

Ante esta realidad nuestro país que ha venido sufriendo flagelos provenientes de la delincuencia común, el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares, la corrupción, el crimen organizado y muchos otros ataques que le ponen palos en la rueda al devenir ciudadano, ha mantenido una estabilidad política con gobiernos que han traído bienestar y progreso, han luchado contra los males sosteniendo el equilibrio social y financiero, aunque también con errores y equivocaciones que han afectado el desarrollo, pero aun así los colombianos vivimos de nuestro trabajo, amamos a nuestras familias, existe libertad de expresión, movilidad y emprendimiento.

Nuestro sistema democrático aunque imperfecto ha funcionado. Este es uno de los países que otorgan más subsidios a la población vulnerable, se accede al crédito, se respetan y cumplen las pensiones, el poder político se alterna y se validan los resultados electorales. El crecimiento económico es uno de los mayores a nivel mundial, los índices de analfabetismo son bajos y aunque la desigualdad social existe, los gobiernos buscan nivelación.

Ante esta realidad, para las elecciones de 2022 se presentan varias opciones, dentro de ellas dos posibles: una de centro derecha Fico Gutiérrez y otra de extrema izquierda Gustavo Petro. Los colombianos elegirán a estos dos en la primera ronda y un mes después el gobierno definitivo para los próximos cuatro años, que dependiendo a quien escojan, uno de ellos podría ser para muchos años coartando la democracia y llevando al país a la miseria y el imperio de la delincuencia, este sería el de Petro. En cambio, el otro, el de Fico que no será perfecto, pero si garantizará la estabilidad, el progreso y desarrollo, el beneficio social y en especial la democracia.

Es sensato y de sentido común hacer un paralelo entre estos dos candidatos: Petro ha empuñado armas, ha secuestrado, extorsionado, fue condenado, es mentiroso, de personalidad oscura, cuenta con numerosos procesos e investigaciones, evidencias de recibir coimas, sus amigos han sido y son: Chávez, los Castro, Maduro, Correa, Ortega, Putin, las Farc, el ELN y bueno otros más de igual condición. No cuenta con resultado alguno en 30 años de vida pública y si una administración de Bogotá pésima.

Federico Gutiérrez es transparente, espontaneo, sincero, creyente y mira de frente. No ha delinquido, ha respetado la democracia, está rodeado de gente de bien, defiende la vida y la familia, está preparado y realizó una administración ejemplar de Medellín.

Total, estamos entre el bien y el mal, los colombianos decidimos nuestra suerte presente y futura, del sentido común depende nuestro futuro y el de nuestros hijos. 

arangodiego@hotmail.com