Bien, a pesar del temperamento a veces un poco pesimista de algunos compatriotas, bien parece que los movimientos que tienen que ver con las próximas elecciones de Congreso y para escoger presidente, están tomando una dinámica, que así como es aventurado hacer previsiones y pronósticos, son una mala noticia para quienes ven el horizonte lleno de incertidumbre agobiante que inclina a pensar que la situación sea calificada de grave con tendencia mala. Los hechos tienden a desmentir a los agoreros de malas noticias. Ya por fin se va esclareciendo el panorama. Si se atreve el observador a hacer algún símil con la vida de la sociedad, todos estos malestares, si así se pueden llamar, no son cosa diferente a las manifestaciones de vida. Lo importante es que éstas pueden ser analizadas, escrutadas y diagnosticadas de suerte que los correctivos oportunos y eficaces puedan ser aplicados. Las elecciones serán desde luego sino el remedio por lo menos una diagnosis de lo que está sucediendo.
En cuanto a la numerosa nómina de aspirantes a la presidencia, ya estamos viendo como se está moviendo el ajedrez. Si con la presentación de firma para optar a la candidatura presidencial una vez que ésta es estudiada y aprobada por el CNE el así agraciado queda debidamente inscrito y formalmente es candidato. Otro es el caso de quienes son acogidos por sus respectivos partidos políticos como el Partido Liberal que el mes pasado, por votación convocada para tales efectos, escogió a su candidato, Humberto De la Calle. Por el otro procedimiento establecido, como es el de la inscripción apelando en la calle solicitando el aval de sus conciudadanos, ya lo han hecho entre otros aspirantes, Vargas Lleras, Fajardo y tal vez otros, como Marta Lucía y el ex procurador Ordóñez. También el partido de Uribe se conoce que ya escogió su candidato. La gran virtud de nuestra organización electoral es que ofrece las mismas oportunidades a todos los ciudadanos aptos y son los colombianos en las fechas acordadas quienes dictan su fallo inapelable.
Tendremos entonces los colombianos un menú bastante amplio para escoger a quien queremos encargar del manejo de las cosas del Estado. La designación o escogencia de quien acompañará como candidata a la vicepresidencia a cargo de candidato a la presidencia será también objeto de elección popular y será un motivo adicional para definir por quienes se vota pues aunque el vice no tiene funciones diferente a las que le encomiende el presidente y reemplazarlo en sus ausencias.
Se va a escoger también el total de los integrantes del Congreso, poder legislativo. Mucho ojo; lo que se ha podido auscultar es que lo sucedido en este campo tiene algo que ver con las dinastías. De padres y compadres complicados ante severidad del poder judicial los sucesores: hijos, nietos, sobrinos, cuñados, amigos irrestrictos, etc. han sido inscritos para convertirse en padres de la patria. Es tan apetitoso el Estado que quieren participar a toda costa aun por interpuestas personas.