No deja de proyectar cierta fascinación la figura de Xi Jinping, el nuevo amo de más de mil cuatrocientos chinos, quien después de una década en el poder ha consolidado su liderazgo muy al estilo del que ejerció Mao, fundador de la nación.
Su "socialismo con características chinas" le ha permitido afianzar su ya indiscutible mandato. Según la mayoría de sus biógrafos, su rápido ascenso en la complicada jerarquía china se ha logrado por una combinación de astucia, inteligencia, preparación y audacia. Pero sobre todo por su férrea voluntad y un gran conocimiento de la idiosincrasia de su pueblo.
Es además un político que conoce muy a fondo las relaciones de poder que se manejan en Pekín y ha estudiado muy juiciosamente a los países occidentales, especialmente a los Estados Unidos. Su secreto puede residir en un compacto y muy preparado equipo de gobierno que lo ha acompañado desde los primeros días, cuando comenzó gobernando su provincia natal Fujían.
Su pensamiento ideológico y sus programas de gobierno se han convertido en cátedra educativa y de esta manera ha tratado de comprometer la voluntad popular en su empeño por convertir a su país en la única superpotencia mundial que fabrica desde un simple alfiler hasta un sofisticado cohete con destino a Marte. Se calcula que en diez años China tendrá el mayor número de fábricas manufactureras a escala planetaria.
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Roberto Gerlein fue un gran político alvarista, un gran parlamentario, un gran orador, pero especialmente, un gran colombiano. Todos sus debates tenían la impronta de cuidar y salvaguardar a su patria. Durante cincuenta años, primero en la Cámara de Representantes y luego en el Senado, fue protagonista de primera línea. Será recordado como un gran señor y un ejemplo de cómo se debe practicar el arte de la política
Seguramente hubiera podido llegar a la Presidencia de la República, pero su desmedido amor por su región costeña copó siempre sus desvelos. Tuvimos el gran honor de ser compañeros javerianos y desde esos ámbitos su voz tronaba entre el estudiantado. Luego, en el Congreso, acompañó a Francisco Posada de la Peña en su enfrentamiento con Gilberto Alzate Avendaño.
El propio Álvaro Gómez le tenía gran aprecio y en una ocasión nos confesaba que el país había perdido con Gerlein la oportunidad de tener un gran presidente. En su ejercicio político se distinguió siempre por ser un fervoroso católico y no se avergonzaba de predicarlo a los cuatro vientos. Famosa fue su escatológica condena del homosexualismo. Puede ser considerado como uno de los más importantes políticos de nuestra historia reciente.
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Es desconcertante como el covid-19 se ha convertido no sólo en la principal noticia del momento, sino en la única. Todos los informativos de televisión, por ejemplo, en varios meses no han vuelto a tratar otros asuntos. La CNN le dedica desde hace meses un cubrimiento total. Las amenazas de contagio tienen paralizado al mundo entero y han concentrado todos los esfuerzos de los gobiernos y las poblaciones. La vacunación masiva se ha mostrado como la única alternativa para frenar la horrible pandemia.
Y, como siempre, los avivatos han tratado de pescar en río revuelto. En Estados Unidos la ola invernal ha llegado para complicar aún más las cosas. La Organización Mundial de la Salud, ante la aparición de variantes mucho más agresivas, ha declarado una alerta total. Colombia, por su parte, ha declarado que en los próximos meses comenzará a fabricar la vacuna.
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Como un entreacto pandémico nos metimos al cine a ver "Rebelde sin causa", la versión contemporánea de "West Side Story", que inmortalizó a la inolvidable y bellísima Natalie Wood.
Se trata de un truculento drama musical, con espectaculares coreografías en los barrios bajos de New York y que trata de ser una transposición moderna de Romeo y Julieta. Al estrenarse en la década de los sesenta duró, por lo menos, veinte años en cartelera.
Adenda Uno
Por algunos episodios parece que la JEP se está dejando manosear más de la cuenta. Esta justicia transaccional es clave para el buen desarrollo del posconflicto.
Adenda Dos
Aunque cambie de nombre, Facebook sigue siendo una red altamente peligrosa por su permanente y sistemática desinformación.