Luego de cuatro años de trabajo exhaustivo, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, presentó al país su Informe Final, de hallazgos y recomendaciones: Hay futuro si hay verdad.
En cabeza del padre Francisco de Roux, el trabajo de los comisionados y cientos de colaboradores nos permite hacer un recorrido doloroso por la guerra que hemos vivido desde finales del siglo XX, que si bien se redujo con la firma del Acuerdo de Paz con las Farc-Ep en 2016, se ha recrudecido en muchos territorios. Tener a las víctimas en el centro del proceso, darles voz, favorecer el perdón y la reconciliación, evitar que se repitan hechos violentos y construir una nación en paz es una invitación que tenemos quienes habitamos cada rincón de Colombia. Este informe es tanto un homenaje a las personas excluidas de siempre como una exhortación a reconocer el pasado y sanar en presente para lograr un mejor futuro.
El ejercicio da cuenta de la complejidad del conflicto armado colombiano y, desde un juicioso análisis, plantea desde la síntesis las salidas posibles que podemos implementar. “La definición del conflicto como un entramado de alianzas, actores e intereses, nos permite observar que las responsabilidades sobre la tragedia que este representa van más allá de quienes empuñaron las armas, y que se extiende como una responsabilidad ética y política –y en algunos casos, una responsabilidad directa– de sectores políticos (de todas las ideologías), económicos, criminales, sociales y culturales. La guerra que dejó más de nueve millones de víctimas tiene responsables directos e indirectos que deben responder por las decisiones que tomaron, pero es también una responsabilidad de todos los colombianos que hoy estamos llamados a construir una manera diferente de vivir no solo en el mismo suelo, sino también en una historia compartida.”
Las recomendaciones formuladas son bastante amplias e incluyen ocho vectores en los que es preciso trabajar, unidos como país: 1. Construcción de paz como proyecto nacional. 2. Víctimas, 3. Régimen político y participación, 4. Narcotráfico. 5. Impunidad. 6. Seguridad. 7. Paz territorial. 8. Cultura para la paz y educación. Por fortuna, el nuevo gobierno que se instalará en agosto ya se comprometió a trabajar en el desarrollo de esas recomendaciones desde enfoques diferenciales de territorio, género, derechos de las mujeres, étnico, curso de vida y discapacidad. Pero, no solo es tarea del gobierno ni del Estado: es un trabajo de todos y todas.
Estamos convocados a la construcción de la paz, estable y duradera; a desarrollar una sociedad incluyente y a fortalecer la democracia. Leer el Informe Final es parte de nuestro compromiso para que la guerra no se repita y avancemos hacia la paz. https://www.comisiondelaverdad.co/hay-futuro-si-hay-verdad
@edoxvargas