EL 20 de julio el Presidente de la Republica instaló el periodo del órgano legislativo del Estado, utilizando este certamen para desahogarse emocionalmente. Se acogió a una típica catarsis, exponiendo con su lenguaje no verbal -expresiones corporales y de gestos manuales kinésica- , las causas de su angustia existencial, comportamiento muy justificado cuando se sabe, habida cuenta de su escenario, que las presiones que lo rodean le impiden actuar autónomamente. Mis experiencias, como actor y curioso intérprete de las conductas del ser humano, me iluminaron.
La cuestión surge a raíz de la asociación del discurso del funcionario y dos temas aludidos que guardan una estrecha relación con los asuntos debatidos en el Congreso de la Asociación Psiquiátrica Americana, celebrado en San Francisco, California, en mayo pasado, con asistencia de 18.000 afiliados al evento tradicional.
El anuncio de fortalecer las acciones públicas encaminadas a perseguir sin alcahueterías las actividades relacionadas con la marihuana , insistiendo en las normas reguladoras por su Despacho impuestas, no obstante lo que la Corte Constitucional resolvió acerca del Código de Policía, se distancian de la realidad que en los EE.UU. se vive ahora, en cuanto que el uso de la cannabis es admitido como medicamento que alivia trastornos psíquicos, y se tolera como consumo de recreación en algunos estados. Pero aquí, en Colombia, se trata de apoyar las políticas del Chalán del Ubérrimo.
La exposición del Congreso de la Apa la hizo en Bogotá el Centro de Investigaciones del Sistema Nervioso, excelente encuentro de profesionales en el cual se actualizan los estudios relativos a los fenómenos mentales que alteran la conducta humana, refiriéndose la estadística de los suicidios de más o menos 1.000.000 al año y entre estos datos se cita un numero notable de médicos de los EE. UU. que acuden a esa solución depresiva.
Este último acontecimiento se asocia con otro de los temas aludidos en el discurso del Presidente: anunció el establecimiento de la cadena perpetua como pena para la violación sexual de niños y otros delitos similares.
El abolicionismo del Derecho Penal: ojo por ojo diente por diente se funda, entre otros argumentos, en la política de salud mental pública.
Los episodios del estudio de la APA descubren la actitud desequilibrada hormonalmente, auspiciada por la amenaza de la andropausia, trastorno que estimula una aberrada excitación de “viejo verde” y ,también, de la adicción sexual a causa de los impactos emocionales cicatrizantes de la personalidad, por el incremento de tendencias temperamentales, secuelas hereditarias: la epigenetica.
Antes que acudir al castigo la experiencia enseña que la lección razonada prima por su poder, lo equivocado está en que los maestros lo son por el sueldo y no por la vocación y los padres no saben cuál es su deber, salvo el de darle de comer al cuerpo y no a la mente. El atraso cultural es una de las causas de la delincuencia y esto no se resuelve aplicando la Ley del Talión.