El adiós a las exenciones tributarias | El Nuevo Siglo
Lunes, 15 de Febrero de 2021

Difícil momento enfrenta el gobierno para hablarle al país de la necesidad de una reforma tributaria. Su propuesta, aunque siempre tiene circunstancias adversas, es delicada por los mismos efectos económicos y sociales de la pandemia y por las posiciones políticas que querrán sentar las nuevas caras que se asoman a la presidencia.

El pasado diciembre, el ministro de Hacienda se manifestó al respecto optimista hasta el punto de decir que la necesidad de la reforma tiene el consenso nacional, aludiendo al gobierno, expertos, sector privado, academia y ciudadanía. Sin embargo, una vez se presente va a requerir dar todas las explicaciones del caso con plastilina.

En otros tiempos se diría que la reforma va a requerir gastar mucha tiza para comprender la eliminación estimada en exenciones del IVA en bienes y servicios de la canasta básica (que representan 61 billones de pesos a la Nación), entre ellos nada menos que servicios en el cuidado de la salud, sociales y de educación, inmobiliarios y de la administración pública. Sólo en este punto comenzarán los interrogantes para el común de las personas.

La otra línea de acción muy posiblemente se oriente a la reducción de bienes exentos como son el biodiesel mezclado y la carne de aves, bovinos y porcinos (que representan 10 billones de pesos a la Nación) y le siguen los bienes con una tasa impositiva diferencial del 5% como la gasolina, el ACPM, la alimentación para animales, el aguardiente y el ron y los planes de medicina prepagada.

Las dudas están en la capacidad del gobierno para “socializar” esa necesidad, que tiene que ver con una reforma estructural que nadie se ha atrevido a realizar -si se trata de tener un sistema menos complejo- y con la búsqueda de un mayor recaudo (incremento esperado del 1.5% al 2% del PIB).

Haciendo un paréntesis, en medio del escrito, encontré que la Real Academia de la Lengua Española no da como definición de socializar el significado de dar a conocer un asunto a la sociedad para su debate y conciencia hasta alcanzar la mayor cantidad de personas. Incluso algunas personas hablan mejor de sociabilizar.

El principal argumento será de carácter coyuntural en cuanto el gobierno mostrará los esfuerzos en subsidios al cierre del 2020 (por una suma de 19,7 millones de pesos) y tendrá razones como el mayor nivel de deuda del gobierno central y el fortalecimiento del proceso de recuperación económica. Sin embargo, la reducción de exenciones puede terminar también en consideraciones de inflexibilidad a privilegios merecidos.

De seis puntos del recaudo, cinco los pagan las empresas formales y uno las personas naturales, eso significa que el énfasis estará en las personas, lo cual convierte en urgente la “socialización” o explicación de una reforma espinosa por naturaleza, que se atreve a tocar el bolsillo en circunstancias difíciles y que requiere disposición de la sociedad, el Congreso, los partidos y candidatos, listos ya para la carrera presidencial.

El Ministro advierte del consenso de los “conocedores” pero es claro que el paso a la opinión pública es el clave. Finalmente, como dice el proverbio alemán, quedaran las ideas como las exentas de impuestos.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

 Uribemariaelisa@gmail.com