TOMANDO NOTA
Tutela por desinformar
El exmagistrado de la Corte Constitucional, doctor Jaime Araujo Rentería, acaba de ejercer el derecho de amparo o de tutela contra el Registrador Nacional del Estado Civil, y contra el Consejo Nacional Electoral por desinformar, el primero, sobre el tema del voto en blanco, y el segundo, por omitir sus obligaciones constitucionales de vigilar el proceso electoral, al no haber intervenido en el sentido de ordenarle al Registrador suspender la información que ha venido dando, en medios hablados y escritos y en el programa institucional de la propia Registraduría, sobre la mayoría que debe tenerse en cuenta para darle efectos jurídicos al voto en blanco en las próximas elecciones, ya sea para integrar el Congreso o para elegir Presidente de la República.
El Registrador, en efecto, ha difundido por los medios de comunicación, que para que el voto en blanco gane y, en consecuencia, tenga el efecto de repetir las elecciones para Congreso y las de primera vuelta de las presidenciales, se requiere que obtenga la mayoría absoluta de los votos válidos y no la mayoría simple.
Deja claro, el exmagistrado Araujo Rentería en su demanda, que el artículo aplicable es el 9º del Acto legislativo # 1 de 2009, en el cual se establece sólo el requisito de la mayoría simple y no el de la mayoría absoluta, y, soporta su afirmación, con las ponencias respectivas durante los ocho (8 ) debates que tuvo dicho acto legislativo en el Congreso Nacional, pues así lo dejaron establecido, sin lugar a equívocos.
La tutela del doctor Araujo, además, es un alegato de afirmación de los valores democráticos, y una justificación del ejercicio del voto en blanco, como consagración ética y jurídica del derecho a disentir por parte del ciudadano, cuando éste se ve colocado frente a situaciones que, por su naturaleza, lo llevan a tomar esa determinación. En el caso colombiano sería la expresión del sentimiento de rechazo contra la corrupción.
Desde nuestra columna, nos hemos ocupado más de una vez del voto en blanco. Hace un año, en El Nuevo Siglo y El Universal Cartagena, bajo el título, ¿El voto en blanco, voto de los indignados? expresamos: “El voto en blanco es mucho más que la abstención, porque esta no crea derechos, y una democracia donde no puedan tener efectos jurídicos los derechos, resulta inútil…”, y recordamos cómo el Nobel José Saramago, en su Ensayo sobre la lucidez, lo exaltó como un instrumento cargado de inmenso poder político y moral.
Nos declaramos en franca expectativa sobre lo que el juez de tutela falle ante la demanda del exmagistrado Araujo Rentería. Porque la anunciada posición del Registrador, de escrutar el voto en blanco bajo el criterio de la mayoría absoluta, podía ser tenida como un acto de parcialidad intolerable.
No estamos en Venezuela, señor Registrador. Usted no puede provocar que la protesta pacífica y legítima se desborde hacia estadios de violencia.