Elías Bechara Zainúm
Con la muerte del doctor Elías Bechara Zainúm, Córdoba ha perdido uno de sus más importantes dirigentes. Aunque el final de la vida sea inevitable, cuando fallece un ser que la puso al servicio de sus semejantes, en este caso, en el campo de la educación, un sentimiento profundo de pesar se irradia en la comunidad que se benefició con la más noble misión social que puede imponerse el hombre: la de sembrar cultura.
“Alcanzó la meta del tiempo otorgado”, dijo Virgilio, el gran peta latino, hace más de dos mil años, en uno de sus versos de La Eneida; verso que bien podría aplicarse al connotado cordobés desaparecido, quien, ciertamente, alcanzó la meta deseada con méritos de excelencia.
Si se me encargara hacer la lista de los más eminentes ciudadanos que le han servido a Córdoba desde su fundación, no vacilaría en colocar al doctor Elías Bechara Zainúm entre los diez primeros. Vale decir que, en nuestra opinión, ya su nombre se ganó un puesto de honor en la historia de esa sección de la República.
Fue el gran promotor de la creación de la Universidad Nacional de Córdoba y después, fundador de la Universidad del Sinú: metas de su actividad creadora que, en el caso de este centro de educación superior cuenta con sedes en Montería, Cartagena y Bogotá, con facultades de Medicina, Derecho, Arquitectura, Administración de Empresas , entre otras, y en lo que refiere a la Universidad Nacional de Córdoba, puso énfasis especial en que se orientara su pensum académico hacia la Agronomía y la Veterinaria, como me lo recordara el profesor Alberto Anaya, para identificar la universidad con la vocación agropecuaria del Departamento. Hoy, esa facultad es una de las más prestigiosas del país.
Conservo, además, el mejor recuerdo sobre las gestiones del doctor Elías Bechara como senador de la República. Fue mi compañero en el Senado y puedo dar testimonio de su magnífico comportamiento como legislador.
No podría dejar de mencionar el auspicio generoso que recibí de la Universidad del Sinú en la publicación de mi libro, Para pactar la paz ¿hacia una ley final?, prologado por el exprocurador Edgardo Maya Villazón y cuando era rector el destacado intelectual cartagenero, doctor Carlos Villalba Bustillo. En ese libro hicimos planteamientos coincidentes hoy con los contenidos en el llamado Marco para la Paz, en cuanto a su concepción política y jurídica.
Y, para hacer un reconocimiento justo, habrá que decir, finalmente, que los logros que el doctor Elías Bechara obtuvo durante su vida, se debieron, en muy buena parte, al acompañamiento eficiente que le brindaran su esposa, Saray Castilla, y sus hijos Rolando, Ilse, Mara y María Fátima.
Para la distinguidísima familia Bechara Castilla, nuestros sentimientos de condolencia. Podemos decir, abrazados, que el doctor Elías nos hará mucha falta. ¡Paz en su tumba¡