DIEGO ARANGO | El Nuevo Siglo
Jueves, 29 de Noviembre de 2012

Derrota en La Haya

 

Nos derrotaron en La Haya. Eso era algo que se veía venir desde hace algún tiempo, se presentía y así lo insinuó la cancillera María Ángela Holguín. ¡Qué tristeza! Por segunda vez en la historia republicana Colombia pierde territorio muy valioso. En 1903 perdimos a Panamá, hecho lamentable que aún lloramos y ahora hemos perdido una inmensa porción de mar. No se conoce la extensión exacta, aunque algunos hablan de 100 mil kilómetros cuadrados de dominio en el Océano Atlántico. Sí, ganó Nicaragua y no hay nada que hacer.

El presidente Santos reconoció el derecho del fallo aunque denunció unos errores en el mismo y anunció que Colombia explorará algunos recursos jurídicos en derecho internacional, pero la verdad es que son patadas de ahogado porque el fallo de la Corte Internacional de La Haya es inapelable. 

Fue un grave error diplomático por parte del gobierno del expresidente Andrés Pastrana en la época del canciller Guillermo Fernández de Soto el haber permitido que el diferendo se discutiera en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, pues históricamente desde el Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928, en el que Nicaragua le reconocía a Colombia la soberanía del territorio marítimo y su delimitación, era ya un hecho consumado. Colombia no tenía porqué discutir si San Andrés, Providencia, Santa Catalina, los cayos Roncador, Quitasueño, Serrana, Serranilla y otros, además de la limitación marítima nos pertenecían, porque sí son nuestros, por posesión histórica y por derecho. Entonces por qué aceptar discutir de nuevo nuestras fronteras marítimas para exponernos a perder territorio como pasó. También fue una falla de los gobiernos de los presidentes Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos no salirse de ese litigio si ya se presentía que las decisiones podrían salir adversas.

Pero ya no hay nada que hacer, porque como decía mi padre "bienaventurados los que poseen, porque de ellos serán los bienes". Perdimos un inmenso territorio marítimo rico en pesca que afecta a San Andrés en sectores de enorme abundancia en cardúmenes de peces y langostas, con gran presunción de tener petróleo. Se reduce el tamaño del país. Se limita el control de rutas de narcotráfico, pues Colombia no podrá patrullar con amplitud como hasta ahora lo venía haciendo. En fin, fue una tremenda derrota que la sentiremos esta generación actual y las futuras.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional