El modelo administrativo de Petro
Definitivamente el alcalde Petro es persona muy original en su modelo administrativo. Él entiende administrar con solo ordenar según sus deseos y posiciones ideológicas. Desde luego que todo gobernante está en su derecho de poner sus ideas al servicio de la ciudad, ser fiel con sus promesas de campaña y favorecer a los sectores que él considera le corresponde. Pero eso no es lo que garantiza una buena administración. Petro ha sido un buen político y de florido verbo, pero pésimo administrador. Él desconoce los vericuetos administrativos que son muchísimos y muy delicados, carece de la prudencia del gerente, actúa por deseos sin planificar ni medir las consecuencias. Petro en su soberbia y prepotencia no se deja asesorar, es el caso que se ha quedado solo sin quien le advierta los errores. Nunca en administraciones anteriores había existido tanta rotación, cambios, renuncias y despidos de secretarios y asesores. Gente valiosa pasó fugazmente por el Palacio Liévano abandonándolo por no resistir los riesgos, improvisaciones y arbitrariedades del alcalde.
Petro no entiende que Bogotá no es un barrio, que es una megalópolis con cerca de 10 millones de habitantes, 20 localidades, 5.200 barrios, 163 mil hectáreas, 45.700 manzanas, 220 mil huecos en las vías por tapar, siete mil toneladas diarias de basura, cuatro millones diarios de pasajeros en Transmilenio, cerca de dos millones de vehículos, un presupuesto de 15 billones y que los dineros públicos son muy delicados para jugar con ellos. Es el caso de la maquina tapa huecos, otra improvisación más que aparte de ser una frustración para la ciudad le está costando al erario 11 mil millones de pesos perdidos. El experimento de las basuras que arrojó una pérdida de 360 mil millones de pesos según informe de la Contraloría distrital y la Veeduría. El inminente riesgo de epidemia a que abocó a la ciudadanía. Acabó con el proyecto de la ALO, una troncal indispensable para desembotellar la ciudad. Ofreció un tranvía por la séptima que nunca concretó y en cambio frenó la troncal de Transmilenio. El metro quedó ‘enmochilado’ aun con el apoyo económico del 70% del Gobierno nacional. De las mil guarderías ofrecidas solo ha hecho una. El proyecto bandera de los recicladores no ha dado ningún resultado, según informe de la Personería Distrital y el Concejo capitalino; ahora quiere sumar a los indigentes como recicladores y que se les pague para que puedan adquirir más droga en vez de prestarles asistencia y recuperación. La peatonalización de la séptima es un fracaso y se convirtió en un muladar. Esperemos que el proyecto aprobado sí dé resultados y no sea otra chambonada más. El sistema integrado de transporte no ha funcionado hasta ahora, propuso fusionar las tres empresas distritales de servicio público y lo único que generó el anuncio fueron millonarias pérdidas en ellas, en fin, la lista es interminable y se me escapan muchas cosas más.
Petro ha sido un desastre para Bogotá, qué error tan grande su elección, 4 años más perdidos sumados a los anteriores del carrusel, del que tampoco se escapa esta administración porque corrupción sí la hay y en gran escala, aun en las alcaldías locales. Peleas por todos los lados, con el Concejo, con sus mismos colaboradores, hasta con su familia, amigos y copartidarios. Qué fiasco ha sido este esperanzador alcalde, mientras tanto Bogotá aguanta y pierde, queda aún más de un año de esta nefasta administración.
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*Presidente Canal Teleamiga Internacional