DIEGO ARANGO* | El Nuevo Siglo
Jueves, 15 de Mayo de 2014

Espuma del escándalo

 

A solo 15 días de las elecciones presidenciales para la primera ronda, los escándalos alrededor de las campañas han producido una generosa espuma que está desviando la atención sobre las propuestas de los dos candidatos más probables de pasar a la segunda vuelta. Lo que no piensan los estrategas es que a cada acción viene su reacción. No sabría decir quién lanzó la primera piedra, si fue la campaña de Santos o la de Zuluaga, pero ahí se vino la reacción en cadena y cualquiera que haya sido, el sentir en la opinión pública y favorabilidad de voto se verá afectado para ambas candidaturas. Más bien el electorado faltando dos semanas podría inclinarse por alguno de los otros tres candidatos que están fuera de ese baile.

Nada perjudica más a una campaña que cambiar el debate político, de ideas y propuestas por el de chismes, escándalos y acciones judiciales, esto distrae la atención de los candidatos, todos los periodistas los abordan sobre el mismo tema copando el precioso tiempo propositivo por el reactivo, el de las explicaciones y defensas. Es un mal negocio el de las campañas someter a sus candidatos a esa nefasta exposición; uno no vota por escándalos, lo hace por propuestas, al fin y al cabo en los próximos 4 años la suerte del país es lo que cuenta y no un oscuro hacker, o un controvertido asesor político, o unos funcionarios aprovechados.

Son bochinches de cocina que finalmente no terminarán en nada y se olvidarán cuando la campaña termine y el Presidente sea posiblemente otro.

Colombia está pasando por una línea muy delgada, el proceso de paz con  las Farc lleva 3 años y dicen que está muy adelantado, la situación agraria es delicada, la inseguridad no ha podido ser controlada, el país muestra un atraso de 50 años en infraestructura vial y las mega-carreteras de cuarta generación no han sido contratadas, la construcción de vivienda está quedada, la salud es imperativa y la reforma a la justicia no se hace esperar, el modelo educativo quedó comprobado que es obsoleto a las necesidades actuales; la minería ilegal destroza el medio ambiente. Bogotá no  cuenta con un metro y el alcalde de la capital gobierna sobe la incertidumbre de su suerte y la de 8 millones de bogotanos. En fin, podría enumerar un centenar más de situaciones que se espera sean atendidas por el próximo Presidente, pero puede más la espuma del escándalo que el futuro de Colombia. A veces no dan ganas ni de votar.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional