Desafíos del 2019 | El Nuevo Siglo
Lunes, 31 de Diciembre de 2018

2018 termina como un año marcado por intensas protestas sociales y la incertidumbre sobre la situación fiscal del país, ante la imposibilidad de obtener a través de la Ley de Financiamiento los recursos requeridos para los gastos del Estado en la próxima vigencia.

La polarización política, animada por las contiendas electorales, marcó los debates del Congreso e incidió en las encuestas de opinión, como se refleja en las mediciones de aceptación del Ejecutivo que, apenas empezando su gobierno, ya está siendo descalificado por algunos sectores, sin dar el tiempo requerido en un periodo de transición y sin permitir que se superen los escollos heredados de pasadas administraciones.

Los temas que estuvieron en la agenda nacional durante el 2018 trazarán el derrotero del año venidero. Una de las situaciones más apremiantes es atender la migración de venezolanos, que ya alcanza un éxodo de un millón de personas, aunque de manera extraoficial se cree que esa cifra podría llegar a los tres o cuatro millones y se prevé que para el 2019 el número se duplicará.

Colombia se está convirtiendo en la nación con mayor número de migrantes del mundo, distinción preocupante porque no existen las condiciones necesarias para atender las necesidades de los locales y los extranjeros. Medidas más radicales deben ser contempladas, como el cierre de la frontera o evitar la permanencia ilegal de foráneos, que en todo caso si no se controla, las consecuencias en materia económica y social pueden ser graves.

El futuro del proceso de paz, incluida la legitimidad y facultades de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, seguirá siendo uno de los grandes retos para el Gobierno. Acompasar los anhelos de los colombianos de acabar definitivamente con el conflicto armado y la prevalencia de la justicia y la reparación de las víctimas, no es una tarea fácil.

El Presidente de la República debe combatir con decisión y el poder de la fuerza legítima del Estado a quienes se están reorganizando para delinquir, excusados en la continuidad de una lucha de guerrillas que carece de sentido en la época actual. Lo que realmente buscan dichas organizaciones es continuar con el manejo del negocio del narcotráfico y allí está otro de los desafíos, reducir los cultivos ilícitos que en los últimos años tuvo un aumento considerable, retrocediendo en los logros obtenidos en erradicación de tierras sembradas con coca y amapola, labor que fue reconocida por la comunidad internacional, la misma que ahora recrimina a Colombia porque volvió a ser uno de los principales países productores de estupefacientes. Se puede destacar la recuperación de la economía que crecería a niveles superiores al tres por ciento, gracias a las medidas adoptadas para recortar el gasto público, el impulso de la productividad y el aumento de la inversión por la confianza que genera el Gobierno.

Con decisiones acertadas de la administración el país tendrá un repunte importante y podrá marcar la pauta en la región, cumpliendo con los objetivos fiscales trazados para el año que comienza. 

@WilsonRuizO