De “Rascamuelas” a “Mordisco” | El Nuevo Siglo
Lunes, 3 de Octubre de 2022

En la Bogotá de los años 30 del siglo XX, la crónica criminal vivió su época sensacional con las historias de delincuentes “pintorescos” y policías “diligentes” que los perseguían y a veces los capturaban, así fuese en cuerpo ajeno. Dichas historias se escribían por entregas en los diarios para sensación de sus lectores, alimentando la comidilla en una ciudad aún provinciana donde un robo, una riña o el poco probable choque de un automóvil eran sucesos importantes que se registraban con cierto estilo. Sin embargo, según algunos, el año 1935 iba a la baja, pues increíblemente no había muchos hechos criminales que registrar.

Sin embargo, Ximénez -José Joaquín Jiménez-, célebre cronista, comienza a narrar en el diario El Tiempo la aparición y andanzas en la ciudad de un temido y escurridizo delincuente y su banda; quien por su habilidad y frecuencia rompía con el patrón conocido por las autoridades, poniéndolas en aprietos. Se hacía llamar “Rascamuelas” por su característica de afilarse los dientes con una lima. El Prefecto de Seguridad de la ciudad, general Alfredo J. de León se dio a la tarea de perseguirlo hasta capturarlo en un operativo en la Plaza de Bolívar, apoyado en la política de profesionalización del detectivismo que el mismo implementó para luchar contra el crimen. Ximénez confesó luego que la historia de “Rascamuelas” era una invención para generar sensación en sus lectores.

Años más tarde, al ritmo del crecimiento urbano que comenzaba a acelerarse por el desplazamiento y la trasformación de la población campesina en obrera en las ciudades que despertaban a la industrialización y el progreso; el panorama de la delincuencia urbana comenzaría a cambiar. Pronto las violencias desatadas después del Bogotazo, propiciarían tantos hechos criminales que las noticias sobre los mismos pasaron a ser parte de una cotidianidad ya no plenamente registrada; reduciéndose el interés en ellas, salvo casos excepcionales como pasa hasta la actualidad. Con esto cambio el alcance y estilo de la crónica criminal.

Así mismo, tanto hoy como ayer sigue el debate sobre si la noticia se registra o se fabrica. Y en el siglo XXI se acentuó con la guerra contra el terrorismo, que ha producido noticias más para “satisfacer” electores que lectores. Tal vez fue Bush Jr. quien popularizó la bizarra práctica de que el mismo presidente ejerza como vocero de la justicia y la fuerza pública para dar la noticia sobre resultado de operaciones y bajas en la lucha contra el crimen. Práctica adoptada a ultranza por los presidentes en Colombia -y alcaldes/alcaldesas-.

El recién expresidente Iván Duque no resistió nunca a la tentación de buscar generar sensación con la noticia criminal. Es así, como a pocos días de terminar su mandato y cerrar con el logro de un objetivo de alto valor, confirmó la baja de alías “Iván Mordisco” y el desmantelamiento de su estructura criminal en las disidencias de las extintas Farc; gracias a la contundente operación Júpiter. Pero, para sorpresa de todo el mundo, alias “Iván Mordisco” reapareció recientemente, anunciando en video su disposición de caminarle a la paz total propuesta por el nuevo gobierno del presidente Gustavo Petro. A propósito, ¿Caerá en la tentación de la noticia “sensacional” el presidente Petro?

@Fer_GuzmanR