Ahora que Gobierno Nacional y sectores privados de industria, comercio y servicios alientan el impulsar Emprendimiento y Economía Naranja, salen a flote esfuerzos productivos de otras generaciones de mediados del Siglo XX.
Lo planteado por la actual administración para rescatar y valorar, iniciativas prácticas con base en creatividad, calidad y rendimiento laboral, ya se hizo; y fue a pura mano y pulso de mujeres y hombres, en todas las regiones y sin suficientes recursos.
Desde los años 60, sin mayores apoyos de pasados gobiernos, dejaron realizaciones tangibles; aún están en pie algunos, o sus descendientes, con resultados económicos, traducidos en crecimiento, exportaciones y fomento de empleo.
La capacitación técnica, acorde con su momento, la encendió con acierto el Servicio Nacional de Capacitación- Sena- sostenido con ligeros vientos financieros de los gobiernos y pálidos recuerdos de empresas privadas con concursos para premiar a mejores estudiantes.
Desde décadas atrás el Sena ha reflejado debilitamiento, sin motivación a nuevas generaciones, frente a formación profesional en la electrónica que se impone; Debe restablecerse, como motor de empleo preparado para el vuelco imparable de la industria mundial.
En otro ángulo, el sector privado con universidades, prendieron pilas en formación profesional; ya asomaba el mundo tecnológico computarizado, dominado por los imperios de occidente, como los llamaban los temerosos de esa ciencia en revolución.
Entre tanto en educación nacional desapareció la cultura ciudadana, esencia del humanismo y el pensar que, solo unos pocos tendrían acceso al vertiginoso ritmo de negocios, entre Norteamérica y los asiáticos.
Los creativos y pioneros a puro pulso, de mediados del siglo pasado, no tuvieron miedo, siguieron con su propia iniciativa y se infiltraron frente a grandes empresas ya establecidas en distintas ciudades del país.
Bien se conocen en confección de prendas de vestir, manufacturas en cuero, industrias en papelería, textiles de distintas características, transporte terrestre, turismo, hotelería, diseño industrial, agro-empresa, cinematografía, cultura musical, Técnicas energéticas industriales y residenciales; todos hacen exportación de servicios.
En cada sector mencionado hay resultados, pese a esfuerzos en materia, económica, que será lo primero que tendrán que asumir quienes dirijan los timones del Emprendimiento y la Economía Naranja, programas que son promesas, sin saberse cuando comienzan.
Es insólito este panorama del país laboral, con 2 millones 700 mil desempleados. Se recuerda que detrás, está el compromiso del Consejo Gremial para coordinar con Gobierno, las estrategias esperadas por personas de todas las edades, con bolsillos varados.
En consecuencia, como El Emprendimiento Económico tiene experiencias desde décadas pasadas, al igual que la Economía Naranja, sería válido que los protagonistas de empresas levantadas a puro pulso desde 1960, ahora aporten y sugieran iniciativas, al plan previsto para producir y generar empleo.