Acontecimientos aparentemente triviales, los cuales no guardan proporción con lo que de ellos se derivaron, han sido si no constantes en la historia, si han constituido móviles que invitan a la reflexión, pues han sido motivos de reflexión por la tradición y la importancia mundiales. No es pertinente mencionar alguno de estos casos, pero si vale la pena mencionar que el temperamento humano, que es el que anima a los dirigentes mundiales con los poderes para movilizar a sus pueblos en aras de cosas que no tienen la importancia que se les da, si se hace caso omiso de la concomitancia con hechos que se estaban sucediendo que en uno u otra razón gravitan sobre las grandes decisiones.
Ahora se nos vino una peste como de las que hemos oído decir, que está conmoviendo al mundo. Aquí en Colombia, a distancia bastante grande de la China, nos ha llegado el famoso coronavirus, que no tendría el significado que ahora se le está dando a no ser que sus males se están extendiendo inmisericordemente, dejando en muchos países del mundo regueros de muertos. Pero como si eso fuera poco, hay un factor que hace el panorama para el mundo bastante oscuro, como es la ignorancia científica con respecto al tipo de mal que nos aqueja. Los científicos deben estar bien preocupados estudiando este mal para poder encontrar la manera de combatirlo exitosamente para dar seguridad a los habitantes de este planeta que sea el remedio para poder seguir viviendo tranquilos.
Las personas que han vivido lo suficiente como para opinar sobre esta peste, o enfermedad, sobre la cual no se ocurre otra expresión que nos ha llegado más o menos de improviso sin que se pueda apelar a una explicación, la cual según no han informado solamente se podrá conocer dentro de unos cuantos meses y se podrá conocer a ciencia cierta sobre la manera como se podrá combatir, este mal. Hay que suponer que de esos estudios saldrá la vacuna que proteja a los ciudadanos de los efectos de esta peste.
Una de las potencias políticas del mundo es donde se origina este mal es la China; con todo su saber ancestral es el país originario de esta peste que esperamos sea derrotada por los análisis científicos en los cuales confiamos todos. La medida de la capacidad de liderazgo se ha puesto a prueba en esta ocasión. No podemos opinar sin correr riesgos de criterio, para poder decir si este episodio podría convertirse en factor de desentendimiento entre la China y los Estados Unidos cuya cabeza visible, el señor Trump, no ha demostrado una eficiente dirección de su país que por razón del mal que nos aqueja no ha logrado en forma efectiva ponerse a la vanguardia de la tarea de evitar la contagiosa enfermedad que también agobia a su país. Dios nos libre de que ésta sea un motivo más de controversia mundial.