Mientras el Parlamento Europeo aplaza y fija para este 23 de junio la votación del Informe Matic, titulado como “informe extremo” por Aciprensa, que votaría en plenaria la pretensión de definir el aborto como un “derecho humano” y motivar la eliminación de cualquiera de sus restricciones en los países miembros, en Colombia se dio este fin de semana previo la Caravana por la vida, filas de carros, motos y bicicletas, por cerca de cuarenta ciudades, con un motivo distinto e independiente de los paros recientes y en forma totalmente pacífica, en contra del aborto.

El Informe Matic, deriva su nombre del autor y parlamentario croata Predrag Fred Matic, que busca el reconocimiento de ese nuevo derecho que se llamaría el “derecho al aborto” con el argumento que proteger la vida desde la concepción se puede considerar como “una forma de violencia de género”. Esto, en contraste con la defensa de quienes participamos en movimientos Provida que al contrario buscan la determinación del derecho a la vida de los niños por nacer.

Dicho Informe Matic, pretende redefinir la objeción de conciencia de los médicos al aborto, al afirmar que puede tratarse como una “negación de la atención médica”.  Aunque este tipo de decisiones del parlamento Europeo no tienen un carácter legal vinculante, si es la manifestación de una intención que puede alentar a los Estados miembros de la Unión Europea a eliminar los límites a este tipo de prácticas, aun cuando ese derecho no esté contemplado por ningún tratado internacional.

Sin embargo, ya hay voces como la del Parlamento de Eslovaquia que aprobó una resolución rechazando el Informe Matic y de los miembros del Partido Popular español en el Parlamento que votarán en contra, según ha informado la organización CitizenGo.

Por ahora, localmente, convocantes a la marcha por la vida manifestaron la preocupación por la normalización de la práctica de abortos inseguros e ilegales en casa y en igual sentido han insistido en no llevar la normatividad del aborto solo a instancias y jurisprudencia de la Corte Constitucional si no que sea el propio Congreso quien lo aborde.

Su conclusión es clara: “Queremos ser escuchados, y que se tenga claro que toda vida importa, la del paciente con covid-19, la del personal de salud, la del manifestante, la del policía y la de cada colombiano, comenzando por los más indefensos entre nosotros. Queremos ser la voz de esos bebés a los que no se les respeto su derecho a nacer, pero también la de sus mamás que han expuesto su vida y salud física y mental en esta práctica”.

Ojalá se empezara a abordar el derecho a la vida de los niños por nacer y no al contario, con los vientos de Europa que terminan siendo oídos por Latinoamérica y que, al menos, cada país siga teniendo su autonomía y soberanía que finalmente es una concepción de vida.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

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