Codas | El Nuevo Siglo
Martes, 19 de Mayo de 2020

A lo largo de estos dos meses se han ido acumulando noticias que, aunque merezcan comentarios, se los ha comido el coronavirus. Voy a mencionar algunas:

La JEP es una entidad espuria, nacida al amparo de la violación por el gobierno Santos y sus cómplices del plebiscito que dijo NO al acuerdo de paz en octubre de 2016. Acaba de considerar que el general Jesús Armando Arias Cabrales, -que era el comandante de la brigada XIII que se encargó de reprimir la toma del palacio de justicia por el M-19 el 5 de noviembre de 1986, condenado por la Corte Suprema, en una decisión claramente ilegal y politizada, a 35 años de prisión como coautor de la desaparición forzada de rehenes en ese incidente, está bajo su jurisdicción personal, temporal y material.

Los desaparecidos, excepto una guerrillera, aparecieron lentamente y otro condenado, el coronel Plazas Vega, terminó absuelto. Entre los dos tribunales que entre el diablo y escoja, pero la decisión de la JEP, aunque “provisional” corrige así sea parcialmente la bellaquería de la Corte contra el general Arias Cabrales. Sobra recordar que los del M19 han sido hasta candidatos presidenciales.

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El 24 de abril de este año se publicaron informes de que los habitantes (especialmente niños) de Doradal (Puerto Triunfo) compiten entre sí para molestar a los hipopótamos fugados de la hacienda Nápoles de Pablo Escobar que se aventuran por esos lares.  Ahora Cornare propone eliminarlos porque, poco después, uno de ellos atacó a un campesino que lo fastidió. El mundo ya no está para matar animales sino para protegerlos y regresarlos a su hábitat. Los hipopótamos son vegetarianos y no atacan si no los molestan. Recuerdo una foto de hace unos años, en la que aparecen unos soldados armados de fusiles con un hipopótamo muerto “porque se comía los terneros” (?).

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La representante Ángela Robledo, que llegó a la Cámara como candidata a la vicepresidencia derrotada en la lista de Petro, fue desprovista por el Consejo de Estado (sección V) de su curul por doble militancia. Ahora la misma entidad (sección II) acaba de restituirla, aunque advierte que en el futuro (?) ya no se podrá pasar de la Alianza Verde a los “Decentes” y viceversa porque tal cosa es ilegal. La sección II le ordena a la sección V que revise el fallo, pero, mientras tanto, la señora Robledo ya se posesionó en la Cámara. Ese es el orden jurídico en Colombia porque, además, la Corte Constitucional puede revisar el nuevo fallo.

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El Senado había hecho un contrato por $ 180 millones para comprarle tapabocas N95 (que valen de 20 a 50 mil pesos cada uno y están reservados para los médicos de las UCI) a los senadores que, por lo demás, se reúnen virtualmente, a razón 1 millón 800 mil pesos por honorable senador. Ante la protesta de los médicos que tienen que atender enfermos y no tienen medios de protección el presidente del Senado -Lidio García Turbay del partido Liberal- tuvo que –al menos eso dijo-cancelar el contrato. Los pobres senadores que ganan 32 millones al mes y reciben además primas, subsidios, carro y no sé que otras prebendas, no tienen plata para comprar tapabocas. Hasta los vendedores ambulantes tienen que comprarlos de su bolsillo. Pero los pobres senadores no.

Por su parte, la Cámara hizo una sesión semipresencial, es decir, asistieron físicamente solamente algunos representantes, y a la entrada les tenían muy juiciosamente tapabocas -espero que no N95-, alcohol y gel antibacterial.

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Si esto sigue, la gente va a morir de hambre.