Cautela primero | El Nuevo Siglo
Lunes, 27 de Diciembre de 2021

Entre la incertidumbre y el optimismo se plantea el 2022. Las elecciones a la presidencia marcan la primera y la recuperación de la economía que bordea el 9.7% de crecimiento el segundo, junto con el respiro que al menos por ahora da, frente a la pandemia, el proceso de vacunación.

La cuerda tirante entre un gobierno que intenta mostrar sus resultados y una oposición y candidatos que argumentan factores de cambio, pone a la cautela como actitud para el año que viene, como también puede ser la prudencia ante el refuerzo y autocuidado necesario que exigen las variantes del virus.

Un factor determinante serán las elecciones. Se sabe que el acelerador de la economía se dio este año, luego de encontrar la manera de enfrentar la pandemia, con una tasa cercana al 9,7% y que, estadísticamente, esta no es sostenible (la base anterior era muy baja), por lo cual se habla para el 2022 de un crecimiento esperado entre el 3% y el 5% - rango curiosamente amplio -.

Esto le implica al gobierno volver al chip del 2019 de prepandemia y buscar alternativas para torcer la senda del desempleo que, desde entonces, bordea el 12%. Ahí hay flaquezas estructurales que candidatos y ciudadanos pondrán siempre como interrogante a la variable que falta para sumarse en la barca del optimismo, sin desconocer que la mejor política para contrarrestarlo es incentivar el desarrollo empresarial.

Aunque el 2019 ya mostraba buenos signos de crecimiento económico, hay que reconocer que a nivel internacional hay una mirada mucho más positiva frente al potencial de Colombia, no obstante el país mantenga un déficit fiscal del 8% del PIB y un alto nivel de endeudamiento.

En general, las calificadoras de riesgo y el Fondo Monetario Internacional -FMI- son más moderados en su mirada y, aunque han subido su proyección, estiman un crecimiento no superior al 4% para el 2022. Por su parte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) le apuesta al 5,5%.

Los hogares y empresas pueden verse presionados por unas mayores tasas de interés de colocación de los créditos y otras razones que hacen que muchos aún no puedan aumentar su nivel de consumo, entre otras porque la inflación los seguirá afectando, a una tasa que estima el Banco de la República cercana al 3,6%, que es más optimista que la previsión de demás entidades financieras.

No debería ser tan difícil tener la certeza en un mejor devenir y tomar la decisión política de por quién votar para presidente y Congreso, si este es por quien más asegure sostener o mejorar las condiciones económicas y sociales, que hoy muestran señales de optimismo, aunque deben ser vistas con moderación. La cautela está en ser conscientes de las limitaciones y no alimentar un modelo que dé pasos atrás. 

* Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

atisbosmariaelisa@gmail.com