Revolcón gremial
Según el exministro de Agricultura, José Antonio Ocampo, hoy Jefe de la Misión Rural en Colombia, “se necesita un revolcón gremial para mejorar la productividad del agro".
Así lo manifestó a través de una publicación reciente en el diario La República de Bogotá.
Recordemos que la palabra "revolcón" fue acuñada por el expresidente César Gaviria Trujillo, para anunciar cambios estructurales profundos en su gobierno.
Tanto así, que la periodista Margarita Vidal en uno de sus artículos publicado con fecha 2 de mayo de 1999 lo calificó como "el Presidente mayor reformador después de Alfonso López Pumarejo..."
Así las cosas y en esa misma línea de pensamiento, un "revolcón" gremial como el planteado por Ocampo, podríamos creer está inspirado en cambios sustanciales, tanto de forma como de fondo, semejantes a los que en su época también propusieran Mariano Ospina Pérez o Carlos Lleras Restrepo por allá a finales de la década de los años cuarenta, cincuenta y comienzos de los sesenta en el siglo pasado; siendo por su parte también José Antonio Ocampo un gran transformador del agro.
Tanto que en su administración se promovió, preparó y presento al Congreso de la Republica la Ley 101/1993 o Ley Marco del Sector Agropecuario.
De otra parte, en su mandato se hizo el desmonte del Idema y se logró el fortalecimiento de la Bolsa Nacional Agropecuaria hoy Bolsa Mercantil de Colombia gracias a sus medidas; como el impulso a los Fondos de Estabilización de Precios, entre otros asuntos concernientes al esquema actual que rige en la política agropecuaria nacional.
El exministro propone ahora, nuevos cambios en la institucionalidad, comenzando por la cartera de Agricultura y sugiere, además, la formulación de un Conpes rural que estructure una política de largo plazo. Oportunidad que creemos debería aprovecharse para revisar los documentos Conpes que no han cumplido con su objetivo, entre ellos el de la Leche.
Paralelo a lo cual vendría el anunciado "revolcón gremial", el cual está por definirse según cada caso en particular. Por supuesto, habría pautas de orden general que se deducen de sus apreciaciones y aunque no se refiere al esquema de la parafiscalidad, es el momento de insistir en que se mantenga haciéndola más beneficiosa para sus contribuyentes.
Entonces, los gremios sin menoscabar su autonomía e independencia crítica, podrían pasar a ser operadores en la ejecución de recursos de asistencia técnica y en la promoción y canalización del crédito. Promotores en la construcción de infraestructura que auspicie la asociatividad y el valor agregado mediante la aplicación del incentivo a la capitalización rural ICR, etc...
Asimismo, como en la sustitución de insumos importados por nacionales.
Dice Ocampo en cuanto a la Seguridad Alimentaria, que "lo importante es tener el abastecimiento alimentario, pero preferiblemente llegar a ser el agro un sector exportador".
Quedaría por verse cuánto tiempo tardará la transición hasta llegar a ser competitivos, y cuál será la suerte inmediata de los productores criollos ante dicha perspectiva, siendo ese un asunto en el que la actividad gremial también juega un gran papel.