Polarización por minorías
El actual paro agrario (que quizá ya no es sólo agrario) ha dejado ver múltiples opiniones de las personas, el rol de los medios de comunicación y la simpleza con la que nos informamos y tomamos posiciones.
Siempre estará bien visto y parecerá correcto apoyar a los pobres, porque así se nos enseñó desde la formación católica, pero en muchos casos ayudarlos es consolidar su pobreza. Un buen ejemplo de esto es la estratificación de servicios públicos, donde las personas evitan ascender en estrato para no pagar más servicios pese a que su ingreso aumentó. Siempre será fácil decir que hay que apoyar a los menos favorecidos, pero muchos de los que hoy llamamos favorecidos comenzaron muy abajo, mostrando que sí se puede si se quiere; hoy el agro tiene muchos problemas, pero no se están tocando los temas de fondo en el debate: lo que se busca es mantener un esquema de pequeños productores, lo cual no es rentable para nadie.
Más allá de los acuerdos de libre comercio, muchos sectores en el país quieren continuar en una zona de confort financiada por otros y esto no puede ser así, porque no podemos destinar recursos de inversión social en mantener a unos pocos por el hecho que no son productivos.
No soy santista pero sí colombianista, y creo que tenemos que hacernos las preguntas correctas en momentos como estos; las redes sociales están llenas de fotos de violencia de ambas partes, las cuales dejan mucho que pensar, porque no es lógico que el Esmad entre a una casa sin razón y que un vándalo ataque a un banco por una lucha social. Debemos dejar las pasiones atrás y analizar las cosas como son: el agro no es competitivo en pequeña escala y esto causa que los agricultores deben asociarse y buscar grandes recursos, como el caso de Colanta y asi tener el apoyo del Gobierno nacional; los gobiernos locales deben hacer su tarea de asegurar la infraestructura sanitaria y de vías de acceso con la colaboración de las gobernaciones y del Gobierno nacional, y no buscar la forma de hacer trabajos a medias o robarse el dinero del Estado, que al final es el dinero de los pobres.
El país necesita que todos aporten; quizá es momento de pensar en una Asociación de Colombianos que Tributan -Asopagamos- y exigir desde ahí que la inversión pública sea eficiente y transparente; quizá es momento de que nos movamos no los necesitados sino los que los financiamos. Quizá es el momento de las mayorías.
Colombianada. Si las minorías tienen gran poder en Colombia, es porque las mayorías se dejan.
@consumiendo
*Presidente de Raddar