“Buitraguito” | El Nuevo Siglo
Lunes, 18 de Septiembre de 2017

“La música debería pasar a través de ti, dejar algo de ella dentro de ti y llevarse algo tuyo cuando se calla”.

Henrry Threadgill

“La desprotección a nuestros artistas es un cuento de nunca acabar”

El alma musical de los colombianos está de luto. Se nos fue otro de los grandes juglares de la música. Julio César Sanjuan Escorcia, ‘Buitraguito’, como fue rebautizado en el ámbito musical, por su parecido con otro gran artista Guillermo Buitrago, nos dejó canciones que nos seguirán llenando nuestra vena musical especialmente en los diciembres.

En el municipio de Piedras, en el  Tolima, la tierra de las ostras de agua dulce, a los 87 años murió, el  intérprete entre otras de sus canciones más conocidas 'Grito vagabundo', 'Por el amor de Claudia', 'El brujo', 'El ron de vinola', 'Las mujeres a mí no me quieren', 'El huerfanito', 'El pobre Migue', ‘No monto en avión’, ‘Regalito de navidad’, ‘Palomita mensajera’ 'Dame Tu Mujer José', 'La Víspera de Año Nuevo'.

Este grande, humilde, carismático y simpático músico, hijo de Calamar en Bolívar, quiso terminar sus días en la tierra de su esposa, Ana Victoria Troncoso, y allí para ayudarse a sostener, vendía, arepas, jugos, agua, entre otras cosas, pero la gente iba, era para escuchar sus anécdotas musicales. Nadie le hizo homenajes en vida y Sayco quien ha cobrado sus regalías durante cuarenta años, solo le consiguió una pensión de un salario mínimo.

Cada día que abandonados en las calles y en la miseria, fallece uno de nuestros artistas, se destapa  la cadena de entuertos  de Sayco, que es  un mal endémico, de los artistas, porque solo sirve para  cobrar, recaudar el derecho de comunicación pública, en todo lugar en donde suena una melodía , pareciera similar a una vacuna de las bandas delincuenciales del país, la presteza con la que cobran al usuario la explotación musical, contrastan con el desgreño con el que tratan los dineros sagrados  de los compositores.

Para nuestros artistas, compositores cantautores, la seguridad social no existe. En Sayco solo existe la paga pírrica de los Derechos de Autor y uno que otro reconocimiento económico a los cacaos de la composición, a los de ruana solamente les tienen una póliza  mortuoria. La política administrativa de Sayco es la de recaudar con la ley en la mano y esconderle al compositor su derecho correspondiente y rezarle para que se mueran prontamente, llevarles unas flores, un mariachi y cantarles espumas que se van. 

Y como dice el maestro Antonio del Villar “El maestro al hoyo y Sayco al rollo”.

Este es un cuento de nunca acabar, murieron en la indigencia, los juglares como el Maestro Salcedo, José A Morales, José Barros, Pacho Galán, Pepe Molina, Wilson Choperena, caratejo Macías y Julio, Sanjuan Buitraguito entre tantos, soñando que de los billones de  pesos que recoge la organización Sayco – Acinpro, les tocaría al menos un salario mínimo, para pagar  los servicios, salario que jamás les llegó y Sayco engordando, con la sangre de los  compositores.

Buitraguito, vivió para cantar y a través de sus melodías vivirá para siempre en nuestros corazones.

lorenarubianof@gmail.com