Belisario Betancur (BB) derrotó, en elecciones presidenciales, a Alfonso López Michelsen y su gobierno lució prometedor, acorde con Eduardo Pizarro en Cambiar el Futuro. Historia de los procesos de paz en Colombia (1981-2016), (Debate, Penguin Random House, Bogotá, 2017): creación del Movimiento Nacional (conservadores, ANAPO, otras fuerzas minoritarias), amplia Comisión de Paz, reforma política profunda para facilitar el tránsito de la guerrilla a la política e integración a la vida civil, desarme, teoría de los factores objetivos y subjetivos que debían removerse para lograr la paz, fundación y operación del Grupo de Contadora.
El lector puede distinguir aspectos y temas prevalecientes en el esquema vigente de paz, incluye aspiraciones fracasadas de Julio César Turbay en la consecución de la paz que tuvieron mejor desempeño con BB; sin embargo, BB se integra a los presidentes que no logran la paz: Julio César Turbay, Alfonso López Michelsen, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Virgilio Barco, César Gaviria, Ernesto Samper. Quien llega lejos es Juan Manuel Santos al obtener lo que el sacerdote Francisco de Roux denomina “paz imperfecta”, es decir, entendimiento parcial con la guerrilla más poderosa con ventaja estratégica ojalá decisiva.
Eduardo Pizarro identifica factores internos perjudiciales para BB: su gobierno no tuvo el apoyo político necesario en el Estado y el Congreso, el país y la guerrilla no habían madurado lo suficiente para realizar negociaciones y obtener la paz, hubo diversidad de organismos con demasiados integrantes para buscar la paz, civiles y militares divergen en la política de paz y hubo gremios con papel negativo, Morales Benítez habla de “enemigos agazapados” de la paz, falla la amnistía, las fuerzas armadas no se vincularon al proceso a diferencia de lo hecho durante Juan Manuel Santos.
El lector se habrá dado cuenta, a través de escritos previos, del desagrado personal con el gobierno de BB debido al despido, de quien escribe, del servicio público mediante facultades extraordinarias sin conocerse el motivo, aunque los gobiernos no están obligados a hacerlo ni legal ni constitucionalmente. Pues bien, place señalar que BB ha sido prudente con sus sucesores, se ha alejado de controversias con ellos, cual sucede en México y USA; ojalá BB y Juan Manuel Santos haya iniciado tal tradición y se eliminen los choques de los ex presidentes con los mandatarios en ejercicio.