Viernes de posconflicto
“20 AÑOS pensando el posconflicto”, trinó hace días @apelaez1. Y tiene razón. Durante las últimas dos décadas se ha avizorado más de una vez la terminación del conflicto armado, ya fuera por gracia de la Constitución del 91, del Mandato por la Paz y el experimento del Caguán, o por la vía del negacionismo triunfalista del gobierno Uribe. Y ahora mismo, porque a pesar de las dificultades propias de la negociación, el proceso de La Habana suscita esperanzas incluso en medio del escepticismo. “Y aun así” -replicó en otro trino el autor de esta columna- la gente no acaba de entenderlo, ni el país está preparado para enfrentarlo...”.
Es mucho más fácil hacer la guerra que recuperar la convivencia y construir la paz. Y por si fuera poco, la terminación de la guerra nunca es una panacea. Los períodos de posconflicto suponen grandes desafíos para las sociedades, los líderes políticos, los empresarios, los ciudadanos de a pie. Hay que darles sostenibilidad a los acuerdos -que por definición son frágiles y precarios-, e inevitablemente dejan a algunos frustrados e insatisfechos. Hay que balancear expectativas y posibilidades frente a una población que aplaude el fin de la guerra, pero no acepta ni comprende fácilmente la lentitud y los costos de la paz. Hay que evitar la aparición de nuevos mercados de violencia, y contener la reproducción de las lógicas de la guerra al amparo del crimen o con la justificación de la venganza. Hay que remplazar la institucionalidad formal e informal de la confrontación con una sólida y eficaz presencia del Estado en áreas geográficas y en ámbitos de la vida social anteriormente abdicados o completamente des-gobernados. Durante el posconflicto, además, es necesario liquidar la herencia de la guerra -tal vez con beneficio de inventario- para evitar que el pasado lastre el presente y acabe sustituyendo al futuro. La construcción de la paz no es una sinecura.
Por eso es imperativo seguir pensando y planeando el posconflicto, antes de que al país lo tome por sorpresa. Y resulta por tanto oportuna la invitación de la Academia Diplomática, el Centro de Pensamiento Estratégico de la Cancillería, la Embajada de Francia y el Instituto de Altos Estudios para el Desarrollo, al foro sobre experiencias latinoamericanas de posconflicto que tendrá lugar el próximo viernes 16 de agosto a las 10.00 hrs. en el Palacio de San Carlos, y en el que participarán los profesores Sophie Daviaud (Justicia transicional y DDHH), Camille Boutron (Mujeres y posconflicto) y Fréderic Massé (Experiencias centroamericanas).
*Analista y profesor de Relaciones Internacionales