AMYLKAR D. ACOSTA M* | El Nuevo Siglo
Martes, 8 de Diciembre de 2015

“Solar Decathlon, gran ventana para el país”

 

ESTE  país llamado Colombia que se debate entre la tragedia y la frivolidad, hechos como el que se viene protagonizando en Cali, de interés e importancia planetaria, no tienen la acogida ni el registro noticioso que ameritan. Me refiero a la primera edición en América Latina y el Caribe y la quinta en el mundo de un certamen internacional de gran reconocimiento, como lo es el Solar Decathlon. Este tuvo su origen en los EEUU y consiste en una competencia en tecnología e innovación, en el que participan universidades, centros de investigación y empresas con propuestas de solución sostenibles de suministro de energía solar a las residencias.

Esta vez le llegó el turno a América Latina y el Caribe (SDLAC) y a Cali le tocó rivalizar nada menos que con Ciudad de México, Santiago de Chile y Río de Janeiro y se ganó la sede para su realización gracias a su ingeniosa propuesta, única en su género. El secreto de su éxito estuvo en la propuesta del Alcalde de Cali de enfocar las propuestas de solución hacia viviendas de interés social (entre 60 y 80 metros cuadrados de área construida), además de construir una Villa Solar que se convertirá en laboratorio urbano permanente, la que se constituirá en un obligatorio referente a nivel mundial del ahorro y uso eficiente de la energía solar para uso domiciliario. Quienes habiten estas viviendas sentirán un gran alivio, pues en lugar de ser Emcali quien le facture la energía consumida, será la Villa la que le facture a Emcali los excedentes de energía generada por los paneles solares instalados en la misma (¡!).

Como lo afirmé como Ministro de Minas y Energía, al término de la firma del Memorando de Entendimiento con el Departamento de Energía de EEUU en Washington, el 10 de marzo del año pasado, con el mismo se le dio el banderazo a la exposición que ahora tiene lugar en los predios de la Universidad del Valle. Entre los beneficios que le reportará a Cali y al país está el que, aunque la propiedad intelectual de los equipos instalados en las 15 casas – modelo por parte de más de 650 “decathletas”,  la organización y el municipio de Cali se reservan los derechos de uso de los prototipos.

Colombia, entonces, tiene en el SDLAC una gran ventana de oportunidad que no debe desaprovechar, de utilizar y masificar el uso de la tecnología que resulte ganadora de este concurso en sus programas de viviendas gratuitas y en aquellas de interés prioritaria, simple y llanamente dándole oficio a los techos y terrazas de los bloques de vivienda que se construyan y por qué no también a las ya construidas. Este sería el complemento perfecto a las soluciones de vivienda populares, ya que no pocas veces el pago de la factura de energía se convierte en el dolor de cabeza para los moradores de las mismas.

*Director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos