Flor de un día
Muy poco duró la celebración por parte del Gobierno del inesperado resultado del crecimiento de la industria en el mes de abril, que contrastaba con la caída persistente que venía acusando durante los cinco meses anteriores. Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, “el crecimiento de la industria (8.4%) sin duda es el fin de la desaceleración económica”. El presidente de la ANDI, Luis Carlos Villegas, se contagió del optimismo del Gobierno, al considerar también que el sector industrial se estaba reactivando. Y no era para menos, dado que según la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta elaborada por la ANDI “llevamos dos meses, abril y mayo, con cambio de tendencia”.
Pero, Villegas se muestra más cauto que el Gobierno, porque al consultar los indicadores líderes de la actividad económica coincidió con nuestro planteamiento en el sentido de que aún era demasiado pronto para concluir que la industria había salido de su estancamiento, menospreciando las señales de alerta, además de que los retoños están todavía demasiado verdes. En efecto, según él “los resultados de la EOIC muestran que la actividad manufacturera enfrenta un momento difícil. En efecto, la producción deja de caer aunque no crece; las ventas mantienen bajos crecimientos; la utilización de la capacidad instalada está por debajo del promedio histórico y los industriales enfrentan problemas de demanda, contrabando y baja rentabilidad”.
Pero, para mayor desconcierto de ellos, el DANE en su reporte del mes de mayo muestra que la industria volvió a contraerse, esta vez el -3.1% con respecto al mismo mes del año anterior, con lo cual acumula una sensible caída del - 2.9% de enero a mayo, cuando en igual período del año 2012 subió el 0.8%. Lo más preocupante es que 34 de los 48 renglones contemplados en la Muestra Mensual Manufacturera considerada por el DANE arrojaron cifras negativas. Es más, en los últimos doce meses la producción industrial cayó - 5%, período este crítico puesto que sólo 18 subsectores de 48 reportaron alza en la cifra.
Y todo parece indicar que en el mes de junio no va a mejorar el desempeño del primer semestre; ello, si nos atenemos a los registros de la demanda de energía que en junio apenas sí creció un débil 1.8%, lo cual denota una menor actividad económica.