ALFONSO ORTIZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Sábado, 4 de Enero de 2014

Inspiración

 

“La musa a veces es esquiva dificultando el proceso de creación”

 

Siempre he tenido una cierta inquietud de carácter intelectual por conocer qué mueve a los grandes artistas a producir sus obras. Que los inspira y cómo se realiza ésta. De las más difíciles de todas, tal vez porque carezco de la capacidad para ello, estimo que los compositores musicales tienen que poseer algo muy superior a los mortales que le permite en su imaginación tener la música presente. Se sabe que Beethoven compuso muchas de sus obras famosas siendo sordo. Su imaginación y sus dotes, difícilmente clasificables o siquiera entendibles,  le permitía en su cerebro componer y escribir su música y aún sordo, dirigirla. Bien, estos son seres superiores como lo fue Mozart, que desaparecido a la temprana edad de treinta y seis años, dejó composiciones musicales de todas las facturas que han apasionado a los amantes de este bello género; además coincidió con Beethoven en Viena  quien lo orientó en sus extraordinaria condiciones de compositor.

En este camino de pretender saber o conocer lo que empuja a un artista en su inspiración, debo referir, a raíz de la muerte el gran artista peruano Armando Villegas, su punto de vista sobre la manera como el contó la manera como le llega   la inspiración. En alguna reunión social, peruana por cierto, por lo cual se prestaba a tratar temas, pudiera decirse triviales, tuve el atrevimiento de preguntarle cómo era el proceso para pintar sus cuadros que lo hicieron famoso. La respuesta que me dio en ese momento me pareció que era como para soslayar lo que en su interior sentía y sencillamente no quería contar lo que bullía en su alma de pintor al enfrentarse a la creación de sus obras: “Cuando tengo deseos de pintar me dirijo a mi estudio, sin ideas preconcebidas, armo el caballete, tiempo la tela, tengo a la nano la pintura y la tela me va diciendo lo que debo pintar”. Tal como queda dicho, bien parece que se estuviera burlando de la pregunta. Sin embargo, no hay que descontar que la capacidad creativa era innata y por lo tanto toda la parafernalia que describió bien parece que fuera el requisito previo para poder trasladar su talento artístico al lienzo.

Se cree que los grandes escritores, límense estos poetas, novelistas o  en fin personajes que utilizan la palabra para interpretar el medio que los rodea o para contar cosas que les han sucedido o quisieran que le sucediera, son objeto de parálisis en su inspiración que les impide momentáneamente o permanente expresarse como quisieran.

Quienes se han impuesto la tarea de ser columnistas periódicos en los diarios nacionales me sacaran cierto si afirmo que mucha veces, sin que falten temas dignos de ser comentados en nuestro convulsionado país y siempre con la mente dispuesta, se sientan, ahora en frente al computador u ordenador como dicen en España, y la inspiración no llega, por lo cual hay que apelar a temas como el que hoy traigo.

No puedo dejar de agradecer a los lectores de este diario su fidelidad y desearles un año 2014 lleno de paz y prosperidad.