Unplugged
A mí me dan mucha risa los autodenominados analistas políticos, más parecidos a Tola y Maruja que a David Bushnell, Malcolm Deas, James D. Henderson, y por cuyas asesorías pagan millonarias sumas ciertos ministerios, angustiados porque el país real les pasa factura.
No se puede gobernar desconectados de la realidad ni de la gente, cuyas percepciones deben ser tenidas en cuenta. La gran lección que Uribe les dejó a sus sucesores fue el contacto con la comunidad. Ir a la fuente dio resultados; por eso Santos copió el modelito de los consejos comunales y los llamó acuerdos para la prosperidad.
Colombia transcurre en la provincia. Suceden cosas en Carmen de Bolívar, San Juan de Nepomuceno, Turbaco, La Mojana, La Apartada, San Jorge, El Banco, Quimbaya, Sumapaz. Y no pasan a la manera capitalina; tienen otros ritmos, otros tiempos, otras maneras o, como dirían estos artificiosos analistas, otras dinámicas.
Si bien el unplugged mayúsculo de Santos ocurrió en el período pasado cuando por no pisar la tierra de sus ancestros boyacenses se atrevió a decir sobre el movimiento de los sembradores de papas que “el tal paro no existe”, con frecuencia somos espectadores de su falta de conexión con la gente que lo eligió.
Como el único unplugged que me parece válido es el de Nirvana para MTV, considero un error craso haber desmontado los acuerdos para la prosperidad, única conexión de Santos con la gente.
Los analistas de marras y los asesores de primer atril han dicho que “se estudian metodologías para un diálogo social más abierto”; son pavadas, simple y llanamente porque el país real se mueve con sus propias percepciones, estimuladas no sólo por información objetiva -como los indicadores económicos- sino de manera esencial, por la comunicación.
Santos no aprendió la lección de Uribe y su gobierno cree que la comunicación se suple con inmenso gasto en publicidad y anodinas campañas mediáticas, acciones sin estrategia que apenas sirven para refrendar relacionamientos construidos desde la cercanía.
Si hubiera provincianos en el Gabinete, sabrían que en cada pueblo de Colombia hay líderes de opinión que no son los “julitos” de cada plaza, con la pretendida capacidad de ejercer influencia para cambiar actitudes o conductas, sino las Soraya Bayuelo de Montes de María, cuyos puntos de vista son tomados como modelo por la comunidad.
El unplugged de Santos no lo va a llevar a la gloria como a un Kurt Cobain, sino a la debacle.