Directivos de la Fedecafé lamentaron el bajo consumo de café en un país de vena cafetera que como Colombia logró posicionar su grano a modo apreciable ya que del grano nacional se habla como el más suave y más famoso del mundo.
El miembro del Comité Directivo Nacional de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Armando Benavides dijo que resulta vergonzoso que un país que el año anterior produjo más de 14 millones de sacos de café, no consuma ni el 10% de esa oferta.
Según Benavides el tema tiene que ver con aspectos culturales en donde las familias no pudieron afianzar ese sentido de pertenencia que hiciera que se consumiera el buen café sembrado con mucho juicio y amor en las montañas colombianas.
“Tenemos que culturizar y hacer pedagogía para saber porque estamos tan alejados del consumo de café. Todos sabemos que tenemos el mejor café del mundo, pero no lo estamos consumiendo aunque hay que reconocer que hoy en día ya se está desarrollando todo un esquema de promoción y de divulgación a través de las tiendas Juan Valdez, y de otras que ya erigieron los caficultores en otras ciudades con lo cual es viable aprender a diferenciar los orígenes, los sabores y la esencia misma de nuestros caficultores lo cual contribuye mucho al valor agregado y al beneficio de nosotros los productores que vamos a tener mejores ejercicios si se consume más y mejor café en Colombia”, expresó el cafetero.
Comercio y calidad
Benavides dijo que el tema siendo muy comercial puede mejorar porque hay firmas que venden cafés de regular calidad los cuales vienen mezclados con pasillas o granos importados de Ecuador y otras latitudes porque finalmente a la industria le interesa procesar y vender lo que sea, dejando de lado la calidad del grano y quizás negándose la oportunidad de vender un producto de mucha más calidad así tenga que cobrar algo más, pero es un asunto, reiteró, de amor por lo de la casa y a generar apego con lo que le da identidad y pertenencia a Colombia.
Para el directivo, un grano bueno no es caro sino costoso, pero reconoció que en Colombia existe la tendencia a consumir un café “barato”.
Dijo el directivo que hay que concientizar a los colombianos que deben tomar café del bueno que puede ser costoso, justamente porque es bueno y muy exclusivo que es lo que debe marcar la diferencia.
“Si empezamos a consumir un producto bueno, emblemático y sembrado en Colombia, de las manos de nuestros caficultores, vamos a apreciar la calidad, el sentido de café nuestro de Colombia y a eso tenemos que apostarle porque eso genera pertenencia y estimula el consumo de un buen café, tendencia que generalmente empieza por uno y por el entorno familiar que deben ver en el café un buen motivo para estar en casa y al calor que ofrece el apreciado bebestible”, apuntó.
Insistió en que los buenos colombianos deben hacer patria en torno al café porque los caficultores hacen un aporte importante al Producto Interno Bruto, PIB, del país y por ello las familias podrían ser grandes aliadas para la caficultura.
Lamentó que los precios y la comercialización de grano no contribuyen con los costos de producción, aclarando que el café está sujeto a variables del entorno mundial lo cual es muy difícil de mejorar, y anotó que los productores no pueden obviar el diferencial o el valor agregado de un buen café que se puede afianzar como la mejor vitrina cafetera ante el mundo.
“Solo creando una cultura de café en Colombia, haciendo que las personas se enamoren más de sabores y aromas, y conociendo los pormenores del hermoso y prodigioso mundo del café, habrá forma de marcar diferencias y de aumentar consumos de grano nacional porque a la gente hay que enseñarle de café y de todas las opciones que tiene para degustar el paladar con suave grano nacional”, dijo.
Para el directivo, la labor que hacen Starbucks y otras firmas presentes en Colombia es importante porque hacen promoción para el consumo de un buen café, pero manifestó que lo verdaderamente importante es que usen materias primas colombianas porque no tendría sentido que vendieran en Colombia café de otros orígenes.